Si habéis disfrutado de una buena fiesta de Nochevieja, posiblemente cuando mañana televisen el concierto de Año Nuevo estaréis durmiendo la mona, que es lo que toca, así que os dejo aquí un vídeo de la marcha Radetzky de Strauss perteneciente al concierto del 2002 con Seiji Ozawa. Me voy ahora mismo a iniciar los preparativos, así que no nos leeremos hasta el año que viene.
Vídeo de stillkent
¡FELIZ 2008 A TODOS!
lunes, 31 de diciembre de 2007
domingo, 30 de diciembre de 2007
Don Carlo en les Arts (29-12-07)
Según cuentan los que han asistido a varias funciones de este Don Carlo valenciano, la de ayer fue la que mejor resultado dio, de lo cual me alegro, ya que yo pude disfrutar de ella. Empezaré comentando la oscura puesta en escena de Graham Vick que me gustó mucho. El primer cuadro, en el monasterio de Yuste, es de una austeridad sobrecogedora, con la omnipresente cruz en el centro del escenario iluminada con velas. El resto de cuadros bajan un poco el nivel (aunque hay buenas ideas, como el uso de sombras durante el dúo entre Carlo y Eboli, cuando él cree estar hablando con la reina) hasta llegar a un espectacular auto de fe.
Gran parte del éxito es mérito de la fantástica labor orquestal, lo que ya viene siendo habitual en el Palau de les Arts (y que dure). En esta función el director no fue Lorin Maazel sino su asistente, el joven director australiano Kynan Johns, menos dado a los fortissimi atronadores, lo cual es de agradecer. El coro, como la orquesta, al altísimo nivel al que nos tiene acostumbrados. Cierto es que la producción les perjudicó, haciéndoles cantar el auto de fe desde el fondo del escenario, pero aún así estuvieron brillantes.
En cuanto a las voces, creí que iba a salir encantado con el elenco femenino y sin embargo fueron los hombres los que para mi gusto se llevaron el gato al agua. En cualquier caso, hay que destacar que los solistas se complementaban muy bien, pues todos tenían un volumen importante (Álvarez menos, cierto), lo cual no es muy habitual hoy en día. Debe ser que a Helga le gustan las voces potentes, porque ya llevamos unas cuantas en el Palau. Es toda una experiencia escuchar las voces de los cantantes traspasando sin problemas el muro sonoro de la orquesta, recomendable sobre todo para quienes tanto critican las minivoces, las voces de cien gramos y los cantantes de "primera fila", cuya voz no llega a la segunda.
El coreano Yonghoon Lee me gustó en el papel titular. Tiene una voz potente y un timbre oscuro muy bonito. No es un prodigio de la matización y la delicadeza, pero tampoco es un cantante plano, sino que consigue transmitir con su canto. Si a eso le sumamos la homogeneidad en el registro central y en el agudo (conseguido con gran facilidad, por cierto) y su entrega en escena, para mí estamos ante un buen tenor. Como principal pega, su registro grave totalmente entubado (estilo Galouzine), que le lastró en el último cuadro.
Lo mejor de la noche fue, para mí, el aria Ella giammai m'amó a cargo de Orlin Anastassov. Si su Fiesco en el Boccanegra de la temporada pasada me pareció correcto pero plano, su Filippo II es todo lo contrario, un ejemplo de canto con emoción de los que no es fácil encontrar. Bravo por él.
Carlos Álvarez, en la que ha sido su mejor actuación en el Palau, fue de menos a más, tras un primer acto en el que me resultó plano. Su mejor momento llegó en el tercer acto, en su despedida de Carlo y su muerte, donde realmente mostró lo buen cantante que es. En las escenas de conjunto se notaba que su volumen no es comparable al del resto del reparto y fue el único al que la orquesta tapaba en ocasiones, pero supo jugar bien sus cartas y acabó siendo justamente braveado.
El inquisidor de Eric Halfvarson da miedo, que es lo que toca. Una voz grande y profunda que contrasta perfectamente con la del otro bajo, Anastassov, lo que nos permitió escuchar un gran dúo en el tercer acto. Me pregunto si Halfvarson estará en condiciones de cantar otro papel a esta altura, el vibrato era más que notable, lo cual haciendo de nonagenario no es un defecto, pero en otros papeles sí lo será. Ojalá no sea así, es una voz que vale la pena escuchar.
A juzgar por el volumen de los aplausos, la preferida del público fue la soprano chilena Ángela Marambio. Si hablábamos antes del gran volumen de voz de todos los cantantes sorprenderá saber que en las escenas de conjunto su voz llegaba a eclipsar a las de todos los demás. Pero una voz así no es fácil de dominar y hubo bastantes afinaciones dudosas y momentos en los que se echaba en falta un canto legato. Su aria Tu che la vanità fue una gozada, pero lo cierto es que hasta ese momento no había conseguido convencerme.
De la mezzo Nadia Krasteva no hay mucho que decir. No tiene agilidades para cantar la canción del velo ni agudos para cantar O don fatale, así que dificilmente podía triunfar en el papel de Eboli. Aún así fue muy aplaudida, más incluso que Lee y Anastassov que estuvieron muchísimo mejor, lo cual no deja de ser sorprendente.
Etiquetas:
Alvarez,
Anastassov,
Don Carlo,
Halfvarson,
Krasteva,
les Arts,
Marambio,
opera,
Verdi,
Yonghoon Lee
jueves, 27 de diciembre de 2007
Il favoloso Mario del Monaco
Los seguidores del inmenso Mario del Monaco estamos de enhorabuena. DECCA, que fue su discográfica durante toda su vida, acaba de lanzar un estuche con tres discos y un libro interior dedicado a la figura de este cantante y yo tengo la suerte de contar ya con un ejemplar. El primero de los tres discos está dedicado a Verdi. Se abre con extractos de su primer Otello de estudio, grabado con Alberto Erede en el 54, aunque para el Niun mi tema se ha elegido la grabación con Karajan en el 61, en la que tenía el papel mucho más interiorizado. En ese mismo disco encontramos ejemplos de los que fueron sus grandes papeles verdianos en su madurez (Alvaro en la Forza, Macduff en Macbeth, Ernani...) así como una muestra de como se desenvolvía en papeles más líricos como el Alfredo de La Traviata o el Duca de Rigoletto, papeles que cantó con frecuencia en los primeros años de su carrera (recordemos que debutó en 1940) y que posteriormente abandonó para dedicarse a un repertorio más pesado que se adaptaba mejor a sus características vocales. El segundo disco está dedicado a Puccini y al verismo, con fragmentos de óperas de Boito, Ponchielli, Mascagni, Leoncavallo, Giordano, Cilea y Zandonai. Es en este repertorio donde Mario del Monaco se encuentra más cómodo, ofreciendonos momentos de una intensidad estremecedora. El tercer disco del pack contiene grabaciones que nunca fueron publicadas (destacan dos fragmentos de una Norma de estudio de 1958 con Giulietta Simionatto como Adalgisa en los que del Monaco está fantástico), rarezas como el aria de Le Cid de Massenet en francés o In Fernem Land de Lohengrin en alemán y curiosidades (¡Tonight, de West Side Story con Mantovani y su orquesta!).
Click para escuchar "Esultate-88"
Seguimos con un Ora e per sempre addio cantado muy a la verista, con fiereza quizá excesiva en los acentos pero que consigue arrancar los aplausos del público.
Click para escuchar "Ora-e-per-sempre-addio"
Si en el fragmento anterior el público aplaudía el apasionamiento de Mario del Monaco, en este fragmento vamos a comprobar cómo es capaz de llevarlos al delirio. Dio! Mi potevi scagliar empieza con del Monaco intentando lo imposible, controlar una voz de caudal tan inmenso como es la suya, empresa de la que sale victorioso, si bien no faltan los arranques de pasión en determinados momentos, siempre colocados con la minuciosidad de quien era un perfeccionista obsesivo, capaz de pasarse días ensayando una misma frase hasta que conseguía darle la entonación adecuada. Mario del Monaco demuestra en este fragmento que era un gran actor además de un gran cantante, con una pronunciación perfecta del italiano y una gran capacidad expresiva. Al final, cuando libera toda su potencia vocal en O, gioia! uno no puede dejar de pensar que si las lámparas del teatro no hubiesen sido eléctricas, seguro que las habría apagado como hacía Tamagno. Tras ésto, la reacción del público no podía ser otra.
Click para escuchar "Dio-Mi-potevi-scagliar"
Llegamos al final de la ópera, Niun mi tema, el fragmento donde más se nota la influencia de Tamagno y de la tradición previa a del Monaco. Es inevitable comparar esta versión con otras posteriores en las que Mario del Monaco aporta un punto de vista mucho más personal, consiguiendo un resultado mucho más emotivo y menos truculento, sin los gritos y lamentos que usa en el momento de su muerte.
Click para escuchar "Niun-mi-tema-88"
El libro que acompaña estas grabaciones consta de dos partes: Una voz inmortal, escrita por Elisabetta Romagnolo, en la que se nos ofrece un resumen de la carrera del gran Mario y Mi Otello, extractos de una entrevista concedida a Mario Morini en 1966 en la que el propio del Monaco explica cómo se enfrentó por primera vez al reto de cantar Otello, cómo lo preparó y de qué manera varió su interpretación del moro con los años. Todo esto se completa con cientos de fotografías en las que vemos al cantante con su familia, en el teatro, en compañía de otros cantantes legendarios (Tebaldi, Simionatto, Merrill, Protti, Bastianini...). También aparecen algunos documentos curiosos, como el telegrama que le mandó Wieland Wagner para preguntarle si era capaz de cantar Lohengrin en alemán y si estaba disponible para el siguiente festival de Bayreuth.
Me he dejado lo mejor para el final. En el disco dedicado a Verdi, aparte de los extractos de sus Otellos de estudio ya comentados, tenemos cuatro extractos de su debut en el papel del moro que tuvo lugar en el Teatro Colón de Buenos Aires el 21 de julio de 1950, cuando el tenor tenía 35 años. Según cuenta el propio Mario del Monaco, cantar Otello era su máxima aspiración desde que inició su carrera, pero el papel le inspiraba un temor reverencial. No es para menos, además de lo durísimo que es el papel de por sí, un autentico rompe-gargantas que hacía que casi todos los tenores que se aventuraban a cantarlo lo hicieran al final de sus carreras, cuando ya no tenían nada que perder, estaba la sombra del primer Otello, Francesco Tamagno, una figura elevada a la altura de mito con la que la comparación era inevitable. Decían los que le habían escuchado que durante los arranques de furia de Otello en escena su voz era tan atronadora que llegaba a apagar las lámparas del teatro. No fueron pocos los cantantes que, teniendo la vocalidad adecuada para enfrentarse al papel, tuvieron miedo de la comparación y nunca llegaron a cantarlo. Mario del Monaco sí se enfrentó al reto (en un estado de pánico absoluto y tras haber intentado convencer al director, Antonino Votto, para que le permitiera abandonar, según cuenta él mismo). Escuchemos el resultado, empezando por su primera intervención en la ópera, el Esultate! que se convertiría en marca de la casa a lo largo de su carrera y donde, a pesar de la mala calidad de sonido, se puede apreciar sus características más importantes, el squillo o timbre broncíneo de sus agudos y su inacabable fiato, que le permite mantener las notas y atacar las siguientes sin señal de ahogamiento.
Click para escuchar "Esultate-88"
Seguimos con un Ora e per sempre addio cantado muy a la verista, con fiereza quizá excesiva en los acentos pero que consigue arrancar los aplausos del público.
Click para escuchar "Ora-e-per-sempre-addio"
Si en el fragmento anterior el público aplaudía el apasionamiento de Mario del Monaco, en este fragmento vamos a comprobar cómo es capaz de llevarlos al delirio. Dio! Mi potevi scagliar empieza con del Monaco intentando lo imposible, controlar una voz de caudal tan inmenso como es la suya, empresa de la que sale victorioso, si bien no faltan los arranques de pasión en determinados momentos, siempre colocados con la minuciosidad de quien era un perfeccionista obsesivo, capaz de pasarse días ensayando una misma frase hasta que conseguía darle la entonación adecuada. Mario del Monaco demuestra en este fragmento que era un gran actor además de un gran cantante, con una pronunciación perfecta del italiano y una gran capacidad expresiva. Al final, cuando libera toda su potencia vocal en O, gioia! uno no puede dejar de pensar que si las lámparas del teatro no hubiesen sido eléctricas, seguro que las habría apagado como hacía Tamagno. Tras ésto, la reacción del público no podía ser otra.
Click para escuchar "Dio-Mi-potevi-scagliar"
Llegamos al final de la ópera, Niun mi tema, el fragmento donde más se nota la influencia de Tamagno y de la tradición previa a del Monaco. Es inevitable comparar esta versión con otras posteriores en las que Mario del Monaco aporta un punto de vista mucho más personal, consiguiendo un resultado mucho más emotivo y menos truculento, sin los gritos y lamentos que usa en el momento de su muerte.
Click para escuchar "Niun-mi-tema-88"
Etiquetas:
del Monaco,
opera,
Otello,
Tamagno,
Verdi
lunes, 24 de diciembre de 2007
Per la notte di Natale
Seguimos hoy con música navideña, tanto desde un punto de vista objetivo (el título de la obra no puede ser más explícito) como subjetivo, pues la primera vez que escuché esta pieza fue precisamente un 24 de diciembre. Y no fue así por tratarse del día para el que fue compuesta, sino porque la integral de concerti grossi de Corelli fue uno de los regalos que recibí el día anterior por mi cumpleaños. La pieza de la que hablo es el Concerto Grosso en sol menor, op. 6 nº 8, Fatto per la notte di Natale de Arcangelo Corelli. La casualidad quiso que yo descubriese este concierto precisamente en la notte di Natale y hoy, varios años después, lo comparto con vosotros.
Arcangelo Corelli es una pieza clave en la historia de la música por varias razones. Por una parte, fue el primer compositor que ganó fama internacional gracias a la música instrumental, por lo que podemos considerarlo el padre de los grandes sinfonistas clásicos y románticos. Fue también el precursor del nuevo sistema tonal basado en tonalidades mayores y menores. Además, como violinista virtuoso y teórico de la práctica del violín sentó las bases técnicas que iban a seguir el resto de violinistas en los siglos siguientes. A todo esto hay que añadir que fue el creador del concerto grosso, forma que luego cultivarían Haendel y Bach entre otros.
El Concerto Grosso Fatto per la notte di Natale fue compuesto para el cardenal Ottoboni, mecenas del compositor, alrededor del año 1690. Su estructura es la de un concierto da chiesa, aunque tiene seis movimientos en lugar de los cuatro tradicionales. La versión que vamos a escuchar es la de Il Giardino Armonico, dirigidos por Giovanni Antonini.
Arcangelo Corelli es una pieza clave en la historia de la música por varias razones. Por una parte, fue el primer compositor que ganó fama internacional gracias a la música instrumental, por lo que podemos considerarlo el padre de los grandes sinfonistas clásicos y románticos. Fue también el precursor del nuevo sistema tonal basado en tonalidades mayores y menores. Además, como violinista virtuoso y teórico de la práctica del violín sentó las bases técnicas que iban a seguir el resto de violinistas en los siglos siguientes. A todo esto hay que añadir que fue el creador del concerto grosso, forma que luego cultivarían Haendel y Bach entre otros.
El Concerto Grosso Fatto per la notte di Natale fue compuesto para el cardenal Ottoboni, mecenas del compositor, alrededor del año 1690. Su estructura es la de un concierto da chiesa, aunque tiene seis movimientos en lugar de los cuatro tradicionales. La versión que vamos a escuchar es la de Il Giardino Armonico, dirigidos por Giovanni Antonini.
PARTE I
PARTE II
Etiquetas:
Antonini,
concerto grosso,
Corelli,
Il Giardino Armonico
sábado, 22 de diciembre de 2007
La banda sonora de mis navidades
Desde hace un par de años, en navidad mi banda sonora es el Mesías de G.F. Haendel, concretamente la versión de René Jacobs. En diciembre del 2005 asistí a una representación de este oratorio con Jacobs dirigiendo a la Orquesta Barroca de Friburgo, el coro del Claire College y un reparto de campanillas: Kerstin Avemo, Patricia Bardon, Lawrence Zazzo, Kobie van Rensburg y Neal Davies. Aquella fue una de las mejores experiencias musicales de mi vida, aún recuerdo cómo Van Rensburg cantaba el mejor Ev'ry Valley que yo jamás haya escuchado a apenas unos metros de mí (tenía butaca de primera fila). Un año más tarde, también en diciembre, caía por fin en mis manos la grabación que los mismos director, orquesta, coro y solistas habían realizado para Harmonia Mundi (y que pongo a disposición de quien esté interesado, ahí está mi correo para peticiones). Este año quiero compartir con vosotros el fragmento que tanto me gustó cuando lo escuché en vivo: Kobie van Rensburg canta Comfort Ye / Ev'ry Valley.
¡Feliz navidad a todos!
jueves, 20 de diciembre de 2007
Preparando el Don Carlo de les Arts
Hoy tiene lugar la tercera de las cinco funciones del Don Carlo de Verdi en el Palau de les Arts de Valencia y yo estaría ahora mismo mordiéndome las uñas si no fuese porque me parece una guarrada, ya que tengo entrada para la última de todas, la del día 29. De momento, estoy calentando motores con la versión de Giulini (Domingo, Caballé, Verrett, Raimondi, Milnes) y tengo en la recámara un par de DVDs: Muti con Pavarotti (del que me han hablado muy mal, veremos a ver) y el famoso Don Carlos francés con Pappano y Alagna.
Si algo está marcando este Don Carlo valenciano son las cancelaciones. Los que fueron el día del estreno ya contaban con el cambio de Marcello Giordani por el coreano Yonghoon Lee en el papel principal, pero una vez allí se encontraron otros tres cambios: Stanislav Shvets por el habitual de la casa Nahuel di Pierro como un fraile, Anna Smirnova por Nadia Krasteva como Éboli y, atención, Ventseslav Anastassov (hermano de Orlin, Felipe II en esta misma producción) por Carlos Álvarez. Al parecer este último cambio se produjo horas antes del estreno y se ha especulado mucho acerca de los motivos. Supongo que más de uno habrá pensado que éste no es el Don Carlo que quería ver, que uno no paga una entrada para escuchar a cantantes de categoría y acabar viendo covers de segunda fila. Respiremos tranquilos, según comentan los que asistieron el nivel era alto. La mezzo Smirnova acabó siendo una de las triunfadoras la noche del estreno, junto con la soprano Ángela Marambio, y el Anastassov barítono, sin destacar especialmente, acabó gustando más que su hermano el bajo. Felicitemos pues a Helga Schmidt por saber cubrirse las espaldas y contar con buenos covers (o culpémosla por las numerosas cancelaciones, lo que más nos apetezca).
Buscando por internet he encontrado unos cuantos vídeos interesantes. Para empezar, aquí tenemos al tenor Yonghoon Lee en el papel Don Carlo, cantando Io la vidi en Santiago de Chile.
Vídeo de Channelmusic75
A continuación, un vídeo del ensayo general en el que podemos escuchar a las dos joyas de la corona de les Arts: la Orquestra de la Comunitat Valenciana y el Cor de la Generalitat. También nos sirve para ver la producción de Graham Vick, con los espacios diáfanos marca de la casa y vestuario de época (y además de la época que toca, no como en la Carmen de Saura).
Vídeo de tetekose
Y por último, una pequeña maravilla: El dúo entre Don Carlo y Posa Dio che nell'anima cantado por dos leyendas, Giovanni Martinelli y Giuseppe de Luca. Disfrutadlo.
Vídeo de tHEnOOSEsWINGS
Etiquetas:
de Luca,
Don Carlo,
les Arts,
Martinelli,
opera,
Verdi,
Yonghoon Lee
miércoles, 19 de diciembre de 2007
Waltzing Matilda
"Waltzing Matilda, Waltzing Matilda / You'll come a-Waltzing Matilda, with me". Éste es el estribillo del himno oficioso, que no oficial, de Australia y estas mismas palabras son las que repite Tom Waits con su voz de ogro en la canción que os propongo escuchar, Tom Traubert's Blues. Con esta pieza se abre uno de sus mejores discos, Small Change (1976), aunque la versión que vamos a escuchar procede de un directo del año 77 (gran año, por otra parte).
Vídeo de Chelseacf
Wasted and wounded, it ain't what the moon did, I've got what I paid for now
See you tomorrow, hey Frank, can I borrow a couple of bucks from you
To go waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
I'm an innocent victim of a blinded alley
And I'm tired of all these soldiers here
No one speaks English, and everything's broken, and my Stacys are soaking wet
To go waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
Now the dogs are barking and the taxi cab's parking
A lot they can do for me
I begged you to stab me, you tore my shirt open,
And I'm down on my knees tonight
Old Bushmill's I staggered, you'd bury the dagger
In your silhouette window light
To go waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
Now I lost my Saint Christopher now that I've kissed her
And the one-armed bandit knows
And the maverick Chinamen, and the cold-blooded signs,
And the girls down by the strip-tease shows, go
Waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
No, I don't want your sympathy, the fugitives say
That the streets aren't for dreaming now
And manslaughter dragnets and the ghosts that sell memories,
They want a piece of the action anyhow
Go waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
And you can ask any sailor, and the keys from the jailor,
And the old men in wheelchairs know
And Mathilda's the defendant, she killed about a hundred,
And she follows wherever you may go
Waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
And it's a battered old suitcase to a hotel someplace,
And a wound that will never heal
No prima donna, the perfume is on an
Old shirt that is stained with blood and whiskey
And goodnight to the street sweepers, the night watchmen flame keepers
And goodnight to Mathilda, too
Al parecer existe también una versión cantada por Rod Stewart. Doy gracias a los dioses por haberme ahorrado su escucha.
Vídeo de Chelseacf
Wasted and wounded, it ain't what the moon did, I've got what I paid for now
See you tomorrow, hey Frank, can I borrow a couple of bucks from you
To go waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
I'm an innocent victim of a blinded alley
And I'm tired of all these soldiers here
No one speaks English, and everything's broken, and my Stacys are soaking wet
To go waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
Now the dogs are barking and the taxi cab's parking
A lot they can do for me
I begged you to stab me, you tore my shirt open,
And I'm down on my knees tonight
Old Bushmill's I staggered, you'd bury the dagger
In your silhouette window light
To go waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
Now I lost my Saint Christopher now that I've kissed her
And the one-armed bandit knows
And the maverick Chinamen, and the cold-blooded signs,
And the girls down by the strip-tease shows, go
Waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
No, I don't want your sympathy, the fugitives say
That the streets aren't for dreaming now
And manslaughter dragnets and the ghosts that sell memories,
They want a piece of the action anyhow
Go waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
And you can ask any sailor, and the keys from the jailor,
And the old men in wheelchairs know
And Mathilda's the defendant, she killed about a hundred,
And she follows wherever you may go
Waltzing Mathilda, waltzing Mathilda,
You'll go waltzing Mathilda with me
And it's a battered old suitcase to a hotel someplace,
And a wound that will never heal
No prima donna, the perfume is on an
Old shirt that is stained with blood and whiskey
And goodnight to the street sweepers, the night watchmen flame keepers
And goodnight to Mathilda, too
Al parecer existe también una versión cantada por Rod Stewart. Doy gracias a los dioses por haberme ahorrado su escucha.
martes, 18 de diciembre de 2007
La Filla del Rei Barbut (Matilde Salvador)
El viernes pasado asistí a la representación de la ópera La Filla del Rei Barbut que tuvo lugar en el Teatro Principal de Castellón. Compuesta en 1943 por Matilde Salvador y con libreto de Manuel Segarra basado en el Tombatossals de Josep Pasqual i Tirado, es según algunos la primera ópera escrita en lengua valenciana. Dado que la lengua valenciana no existe, lo que sí podemos afirmar es que es la primera ópera escrita por una mujer en valenciano, entendiendo como tal la variante regional de la lengua catalana. Precisamente estos dos factores causaron que la censura negase inicialmente el permiso para estrenarla, aunque tras muchos esfuerzos por parte de compositora y libretista, finalmente vió la luz el 31 de marzo de 1943 en el Principal. Como curiosidad, el barítono que debía cantar el papel del gigante Tombatossals el día del estreno, Enric Domínguez, abandonó la producción a última hora y fue sustituido por el afamado tenor Antonio Cortis, a pesar de que Matilde Salvador le advirtió de lo arriesgado que era cantar tal papel sin tener la tesitura adecuada.
El teatro estaba prácticamente lleno lo cual es positivo. La parte negativa la pusieron los que se pasaron gran parte de la obra hablando como si estuvieran en el bar, sobre todo en el gallinero que es donde yo estaba. Incluso tuve que girarme y mandar callar a un individuo que se sentaba detrás de mí, algo que no había hecho nunca antes.
El teatro estaba prácticamente lleno lo cual es positivo. La parte negativa la pusieron los que se pasaron gran parte de la obra hablando como si estuvieran en el bar, sobre todo en el gallinero que es donde yo estaba. Incluso tuve que girarme y mandar callar a un individuo que se sentaba detrás de mí, algo que no había hecho nunca antes.
La obra era totalmente desconocida para mí y debo decir que me sorprendió muy gratamente. El argumento es bastante infantil (lógico, dado que en principio fue pensada para ser representada con marionetas) y muy localista, pero la música es muy rica, llena de melodías populares perfectamente integradas en un discurso musical continuo. Algunos personajes tienen su propio leit-motiv, y en el caso de los gigantes éste nos retrotrae directamente al Rheingold wagneriano, lo que no deja de ser curioso. En todo caso, una música deliciosamente simple y ligera. La Orquesta del Conservatorio Salvador Seguí de Castellón, a la que ya escuché en Pagliacci hace un par de años, tocó bajo la batuta de Josep Vicent a un nivel muy superior al de aquella ocasión.
Entrando en el terreno de los cantantes, destacaré a Isabel Monar, estupenda en el papel de la Infantona Merilde y a José Antonio López, poseedor de un vozarrón inmenso que viene ni pintado para el papel, aunque con un canto bastante falto de matices. Marc Pujol estuvo muy correcto como Rei Barbut y en el resto de personajes, muy secundarios todos ellos, mantuvieron el buen nivel general.
Por último, la puesta en escena a cargo de Xarxa Teatre fue realmente acertada, superior a algunas de las que hemos podido ver en el Palau de les Arts (la Carmen de Saura, sin ir más lejos). Recordaba mucho a las de Comediants, aunque lógicamente es más humilde.
Foto: Levante-EMV
Queda inaugurado este blog
Y para inaugurarlo nada mejor que una obertura, en este caso la de Fidelio (Beethoven), una de mis óperas fetiche. Nikolaus Harnoncourt dirige a la Orquesta de la Ópera de Zurich.
Vídeo de hamjii
Vídeo de hamjii
Suscribirse a:
Entradas (Atom)