Estamos de un berliozano desatado, algo que no suele pasar por lo poco frecuente que resulta la programación de sus obras y que hay que aprovechar mientras dure. Hoy hablaremos de un detalle que no sé si conocíais y que tiene su enjundia: Hector Berlioz no sabía tocar el piano.
A diferencia de otros muchos compositores célebres, Berlioz no fue un niño prodigio. Empezó a estudiar música con doce años y pronto se hizo notar su talento para la composición, pero su padre no estaba por la labor de tener un hijo músico, así que desestimó que el joven Berlioz recibiera clases de piano. De forma autodidacta aprendió armonía y llegó a alcanzar cierta soltura tocando la guitarra y la flauta, pero nunca el piano. Tal carencia jugó en su contra durante su vida, pues le impidió ejercer la docencia y tener así un sueldo estable, pero a decir de algunos expertos también es lo que diferenció su forma de entender la música y por tanto de componer de la del resto de compositores de la época. Al parecer, hay una tendencia entre los pianistas compositores que consiste en utilizar la orquesta como si fuese un gran piano. Berlioz, al estar libre de este vicio, destacó como un maestro de la orquestación, entendiendo como nadie la relación entre los sonidos de unos instrumentos y otros y escribió un influyente Grand Traité d’Instrumentation et d’Orchestration Modernes, del que bebieron nombres como Rimski-Korsakov, Mahler o Strauss. Como nota curiosa mencionaré que se halló una copia de tal libro en el lecho de muerte de Modest Músorgski, aunque hay que suponer que el libro no estuvo implicado en el deceso.
Aunque no sé si será así, supongo que Berlioz compondría ayudándose de su guitarra, por mucho que cueste imaginarlo. Quizá la primera versión de la Marche hongroise de La damnation de Faust sonó así:
Vídeo de PIOTILO
Lo que acabamos de escuchar es en realidad una adaptación a cargo de su intérprete, Antonio Rioseco. Escuchemos ahora la versión orquestal tal y como la compuso Berlioz a cargo de Herbert von Karajan que al parecer se había dejado el puchero en el fuego y quería acabar antes de que se le quemaran las lentejas.
Vídeo de zuccherohk
A diferencia de otros muchos compositores célebres, Berlioz no fue un niño prodigio. Empezó a estudiar música con doce años y pronto se hizo notar su talento para la composición, pero su padre no estaba por la labor de tener un hijo músico, así que desestimó que el joven Berlioz recibiera clases de piano. De forma autodidacta aprendió armonía y llegó a alcanzar cierta soltura tocando la guitarra y la flauta, pero nunca el piano. Tal carencia jugó en su contra durante su vida, pues le impidió ejercer la docencia y tener así un sueldo estable, pero a decir de algunos expertos también es lo que diferenció su forma de entender la música y por tanto de componer de la del resto de compositores de la época. Al parecer, hay una tendencia entre los pianistas compositores que consiste en utilizar la orquesta como si fuese un gran piano. Berlioz, al estar libre de este vicio, destacó como un maestro de la orquestación, entendiendo como nadie la relación entre los sonidos de unos instrumentos y otros y escribió un influyente Grand Traité d’Instrumentation et d’Orchestration Modernes, del que bebieron nombres como Rimski-Korsakov, Mahler o Strauss. Como nota curiosa mencionaré que se halló una copia de tal libro en el lecho de muerte de Modest Músorgski, aunque hay que suponer que el libro no estuvo implicado en el deceso.
Aunque no sé si será así, supongo que Berlioz compondría ayudándose de su guitarra, por mucho que cueste imaginarlo. Quizá la primera versión de la Marche hongroise de La damnation de Faust sonó así:
Vídeo de PIOTILO
Lo que acabamos de escuchar es en realidad una adaptación a cargo de su intérprete, Antonio Rioseco. Escuchemos ahora la versión orquestal tal y como la compuso Berlioz a cargo de Herbert von Karajan que al parecer se había dejado el puchero en el fuego y quería acabar antes de que se le quemaran las lentejas.
Vídeo de zuccherohk
8 comentarios:
¡Anda, que curioso!
Es verdad que a H.von Karajan parece que le han entrado las prisas, pero con todo, prefiero esa versión a la de la guitarra, que me ha parecido (tal vez sea por la sonoridad) irregular.
Jo sóc berliozana moderada. Hi ha coses d'aquest compositor que fins i tot em desagraden però a través de les que em plauen he anat veient la seva importància com a músic d'enorme influència. El que ens expliques de que no tocava el piano és molt interessant i segurament, com ens dius, va servir per crear aquesta especial manera d'orquestrar tan fora del seu temps. Que no fos un nen prodigi sempre anima. Tampoc ho va ser beethoven. Els seus treballs de joventut no permeten ni presagiar de lluny el músic que va arribar a ser quan ja tenia quaranta anys.
Bravo Titus!
Yo sí soy muy berliozano, aunque como pasa con todos los autores hay obras que me gustan más y obras que me gustan menos. Pero en general suelo conectar muy bien con su discurso.
Me alegro de que os haya gustado la entrada.
No conocía esta particularidad berloziana.
Fantástica realización la del vídeo de Karajan, parece que todo el mundo se lo está pasando en grande, me ha gustado mucho.
¡Titus, me encanta tu blog! Aparte de las cosas "serias" que se pueden descubrir a través de él, de vez en cuando encuentras y pones una perla como ésta, totalmente alucinante. Tu espacio tiene sentido del humor, y fina ironia, eres la antítesis de la pedanteria !
Gracias Teresa, harás que me ruborice. Me alegro mucho de que te guste.
aiiiiiii, pues me acabo de dar cuenta que puse el comentario en este post, cuando debia ir en el posterior, el de "Berlioz al descubierto"..pero , desde luego, tiene la misma validez.
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