lunes, 16 de noviembre de 2009

La scala di seta en el Martín i Soler

La scala di seta en el ROF. La puesta en escena es la misma que pudimos ver ayer en el Palau de les Arts.

El teatro Martín i Soler, la más pequeña de las salas que forman el Palau de les Arts de Valencia, acogió ayer una representación de la ópera bufa de Rossini La scala di seta. Los intérpretes fueron alumnos del Centro de perfeccionamiento Plácido Domingo, entidad vinculada al Palau de les Arts y dirigida por Alberto Zedda, quien también se encargó de la dirección musical en esta representación.

Antes de seguir he de introducir un párrafo reivindicativo, ya me conocéis. La scala di seta apareció en la programación de Les Arts haciendo honor a su nombre, como una seta, de la noche a la mañana. Un día uno entra en la web de Les Arts y descubre que hay un par de funciones de esta obra anunciadas. Sin embargo no se pueden comprar entradas por internet y los empleados que atienden la venta telefónica ni siquiera se han enterado de la aparición de este título. Vamos mal. Finalmente, se pone en marcha la venta de entradas. Como un primo, uno va y se la compra. Pasan los días y la cosa no avanza, parece que a la gente no le interesa la obra, o los cantantes, o el teatro, o posiblemente ni siquiera se han enterado de que ha aparecido una seta en la programación. El Palau de les Arts, siguiendo su línea de desprecio contínuo al abonado, hace públicos una serie de descuentos, para abonados, para grupos... en algunos casos llegaban hasta el 50%. Pues bien, yo, que soy abonado y que podía haber formado parte de un grupo con solo mandar un par de e-mails, me quedo con mi entrada pagada a tocateja sin descuento ninguno. Mensaje captado, la próxima vez que salga una seta se va a comprar una entrada Rita la cantaora. En todo caso, cuando empiecen a aparecer descuentos, bien sea porque les entra el pánico al ver que incluso una sala de aforo muy reducido amenaza con quedar vacía, bien sea porque la descordinación en la gestión hace que los descuentos aparezcan cuando ya se han vendido entradas a precio completo, probaré a ver si puedo comprar algo.

Superado el cabreo inicial, vamos a centrarnos en la función de ayer, en la que creo que todos los asistentes (al final el teatro se llenó, no sé cómo ni por qué) disfrutamos mucho, y eso que la obrita no da para mucho. La scala di seta, para quien no la conozca, es la típica comedia de enredo con el típico tutor viejuno que quiere casar a su pupila con un señor, la típica pupila que no quiere casarse con ese señor porque está enamorada de otro, el típico tenor que está enamorado de la pupila, el personaje tonto que se pasa la obra haciendo gracietas y liando la madeja... en fin, lo mismo que ya hemos visto un millón de veces y que sólo nos conseguirá entretener si nos lo sirven bien presentado, tanto en lo musical como en lo escénico.

De lo primero se encargó Alberto Zedda, una leyenda viva del rossinianismo, dirigiendo a la Orquestra de la Comunitat Valenciana con el brío que le caracteriza, quizá excesivo, aunque en este repertorio más vale pecar por exceso que por defecto. Sobresaliente para él y para los músicos que respondieron tan bien como se espera de esta formación.


De entre los alumnos del centro de perfeccionamiento, destacó la soprano Dolores Lahuerta en el papel protagonista (Giulia). Posee un instrumento de gran volumen, con un personalísimo timbre metálico que no le resta belleza. Su voz se afianza en los agudos, atacados con seguridad y repletos de brillo. No tuvo ningún problema con las agilidades, incluso cuando la producción le obligaba a realizarlas en situaciones de lo más inverosímil. Nos quedamos con ganas de escucharla en papeles de más enjundia.

Aunque con un inicio dubitativo, el barítono Lluís Martínez, quien encarnaba al criado Germano, se convirtió en el otro triunfador de la función, sobre todo gracias a su aria, en la que pudo lucir un amplio rango vocal con unos graves estupendos. Resolvió con efectividad un papel mucho mas complejo que agradecido e hizo gala de una excelente vis cómica.

El tenor que se encargó de Dorvil, el colombiano Hans Ever Mogollón, tiene un instrumento mucho más limitado que el de sus dos compañeros. Defendió el papel con dignidad y de forma inteligente evitó comprometerse con agudos imposibles, pero su actuación quedó lastrada por la comparación con los dos cantantes ya mencionados.

Muy por detrás, Isaac Galán como Blansac y Ekaterina Metlova como Lucilla, aunque en ambos casos es destacable su implicación actoral. Del Dormont de Javier Tomé poco se puede decir por tratarse de un personaje de poca importancia y sin apenas texto.

La puesta en escena de Damiano Michieletto recién traida del Rossini Opera Festival de Pesaro (dirigido también por Alberto Zedda) fue un acierto y ayudó al éxito de la función, aunque hay aspectos mejorables. Sobre el escenario aparece un plano arquitectónico a escala natural, reflejado en un espejo inclinado en la perte superior. los cantantes se mueven por el plano como si lo hiciesen por un piso real, simulando que abren y cierran puertas inexistentes o que se apoyan en paredes que sólo están dibujadas en el suelo. ¿Acaso hay alguna relación entre la obra y la arquitectura? No, pero es una estratagema muy inteligente, porque la ausencia de paredes permite al público ver a todos los personajes en todo momento y así entender mejor una trama muy enrevesada. Estéticamente, la escenografía obra de Paolo Fantin es impecable.

Ahora bien ¿se quejaba parte del público de que en Les Troyens no había ni un solo momento de estatismo? Pues aquí se llega a lo frenético. No hay ni una sola aria en la que, mientras un personaje canta, no haya otro haciendo payasadas y distrayendo la atención del público. Yo, con mi manía de fijarme en quien está cantando, me perdí la mitad de las gracietas. Incluso los cantantes se ven forzados a realizar movimientos de todo tipo mientras cantan, y no es que lo que cantan sea fácil ni mucho menos. ¿Nos molestaban los ruidos que hacían los fureros en escena? Aquí un grupo de personajes vestidos con monos de trabajo se encargan de llenar de muebles ruidosamente un escenario, inicialmente vacío durante la obertura, que por cierto es lo más destacable de la obrita y que se ve seriamente perjudicada por el barullo general. A mí no me molestó ni el exceso de imágenes de la Fura ni su horror vacui, sin embargo ayer habría agradecido algo más de tranquilidad en la dirección de actores y sobre todo, una obertura silenciosa y con el telón bajado, que es como deberían ser todas las oberturas por decreto-ley.

Podéis leer la crónica de Atticus, tan completa y bien escrita como es habitual en él, pinchando AQUÍ.

13 comentarios:

Joaquim dijo...

En Pesaro, Titus, durante la obertura, ni un ruido.
En cuanto al movimiento escénico, no compares un vodevil, con una tragedia épica como Les Troyens.
Aún así, una obrita como la seta, si no se presenta con esa vivacidad escénica, dude mucho que sea necesario representarla, ni que sea para tapar agujeros de la Helga.

Titus dijo...

Ya sé que un vodevil se presta más a la acción, pero cuando un cantante está cantando un aria, y encima si lo hace bien, qué menos que dejar que la gente se fije en él (o ella, en este caso). Si la soprano se esté esforzando pero todo el mundo está pendiente de lo que hace el criado en la otra punta del escenario, algo no cuadra. Aún así, me gustó mucho la puesta en escena en términos generales. Con otra puesta en escena más clásica posiblemente me habría aburrido de lo lindo.

maac dijo...

Iré el miércoles, a ver qué tal. Hay otra sala más pequeña en la que, si te fijas en la programación, harán Così fan tutte (¿película?¿Centro perfeccionamiento versión concierto?¿arreglo para cuarteto de cuerdas? Yo qué sé...).

Titus dijo...

Pues en una sala más pequeña corren el riesgo de que la orquesta supere en número al público, sobre todo si se esmeran tanto en publicitar el evento como esta vez.

maac dijo...

Esta función es del estilo que hacía el Taller de Ópera de Valencia con Ana Luisa Chova, que tampoco se publicitaban mucho y cuyo objetivo era el rodaje de cantantes jóvenes. La diferencia está en que la escenografía, el director y la orquesta son de mayor calidad. Respecto al Così ya he visto que se trata de una lectura dramatizada.

Atticus dijo...

Magnífica crónica, como siempre.

Aunque quisiera, hoy no puedo discrepar en nada. Tan sólo, pero eso es algo muy personal, que a mí me incomodó muchísimo más La Fura que Michieletti, cuya propuesta me apasionó, a pesar de los peros puntuales que se le pueden hacer.

Comparto totalmente la petición de que las oberturas se interpreten como toca, a telón bajado, y se dejen ya de ese afán por entretenernos. La música ya nos entretiene bastante.

Joaquim dijo...

En Pesaro la mayoría del público no le quitaba el ojo de encima a Olga Peretyatko.
Lucía palmito intentado seducir, Netrebkeando hasta la saciedad.
"La senyoreta es fa mirar"

elPac dijo...

Vaig anar ahir a La scala di seta, i vaig gaudir d'un espectacle amable, digne i, com tu dius, amb una escenografia impecable (és una idea, en principi, senzilla però efectiva). I els cantants: Lahuerta no cantava, però l'alternativa no ho va fer malament; li faltava volum i se li va quebrar la veu en l'ultima nota de l'ària més interessant, però bé. La resta, passable.
No vaig gaudir del públic: si en la sala principal va una majoria a lluir les perles i els abrics, ací, no sé. El mateix dimecres pel matí encara quedaven moltes entrades per vendre, i es veu que van decidir regalar-les o oferir-les a un preu ben baix (no com altres innocents que les vam pagar). Abans de començar l'espectacle, una senyora amb gualkitalki incorporat li deia a un senyor: "¿No tienes entrada? ¿Cuántas quieres? ¿Seguro que sólo una? Bueno ahora te la traigo, pero si quieres más me avisas". Sense comentaris. Per tant, allò semblava un espectacle per a excursions de jubilats i mestresses de casa Tyrius (sense acritut): aplaudien totes les àries, feien els seus comentaris en veu alta, llançaven carcallades per les gràcies escèniques...
Tanmateix, en conjunt, paga la pena. Llàstima que no es publicitara més (quedaven encara moltes butaques buides), o que la gent no sabera que hi va anar Canal 9 a filmar (potser així s'haurien acostat a Les Arts.
Com diria un personatge del Forges: "País!"
Com sempre, gràcies per la teua crònica.

Titus dijo...

Gràcies a tu per contar-nos com va anar la funció del dimecres. Efectivament, com tu dius és una llàstima que no s'haja fet una bona publicitat. Segur que hi ha gent que ni s'ha enterat de que aquesta òpera ha aparegut de repent a la programació de Les Arts i potser haurien estat interessats. El tema dels descomptes sorpresa i del regal massiu d'entrades com a mesura desesperada per omplir la sala no són més que símptomes de que la gestió del Palau de les Arts és molt millorable. Potser una millora en la gestió comportaria una millora en l'actitud del públic, no anem a demanar que el públic siga respectuós en una institució que no es respectuosa amb el públic.

Anónimo dijo...

Tuve la ocasion de ver la penultima de estas funciones que se han hecho en la Martin y Soler y tengo que decir que me diverti enormemente y disfrute muchisimo viendo la puesta en escena y escuchando estos jovenes cantantes de entre los que destacaria a dos interpretes que son Hans Ever Mogollon como Dorvil y a Isaac Galan como Blansac.

Titus dijo...

No sé quiene cantó en esa función que mencionas, pero desde luego el día que yo fuí ninguno de los dos estuvo entre lo más destacable de la función. No quiero hacer sangre, pero de hecho hubo uno de ellos que no me gustó nada de nada.

En lo que sí estoy muy de acuerdo es en lo divertido de la puesta en escena, que levanta una ópera que de otro modo podría hacerse pesada.

Anónimo dijo...

Pues creo que fue el mismo reparto de la prima si no me equivoco,no se trata de hacer sangre es otra opinion y sobre gustos colores ademas no estuve el dia que fuiste y no se como cantaron ninguno de los interpretes solo expongo lo que a mi parecer fue el dia en que estuve.Enhorabuena por el Blog que es realmente interesante para todos los aficionados a la lirica.

Titus dijo...

Creo que el reparto cambiaba de un día a otro, pero no recuerdo quién cambiaba y quien permanecía. En cualquier caso, los dos cantantes que mencionas cantaron en el estreno. Aunque claro, pueden cantar mejor un día que otro. Y también hay que tener en cuenta que a cada uno nos gustan unos cantantes y otros no, es parte de la gracia de esto de la ópera.

Me alegro mucho de que te guste el blog. Espero seguir contando con tus visitas y tus comentarios, si puede ser con un nick de tu elección mucho mejor.