Ha fallecido, a punto de cumplir los 100 años de edad, una de las mejores cantantes de la historia, al menos desde que tenemos registros sonoros: la grandísima mezzo Giulietta Simionato. Vaya este breve repaso de su carrera en su memoria.
Nacida el 12 de mayo de 1910 en Forli, Giulietta Simionato debutó con 20 años de edad en Rovigo, donde vivía. Sus méritos como cantante le valieron su entrada en la Scala de Milán, donde se juzgó que su material era correcto pero no así su formación, por lo que permaneció 9 años estudiando y cantando sólamente papeles menores. El resultado de este largo periodo de estudio fue una de las técnicas más solidas que pueda uno escuchar (Lauri-Volpi, tan quisiquilloso como era con la técnica ajena, dijo que su emisión era perfecta, sin artificios ni reforzamientos, completamente apoyada sul fiato), así como una capacidad dramática excelente. Ya perfeccionado su canto, su carrera despegó y fue llevada con una gran inteligencia, adoptando nuevos papeles a medida que su voz se ensanchaba y se movía desde la mezzo-soprano ligera de sus orígenes hasta la cuasi-contralto de sus últimos años en activo. Se retiró en 1966, en plena posesión de sus habilidades canoras, aunque permaneció unida al mundo del canto como profesora y jurado en diversos concursos hasta hace bien poco. En sus treinta años de carrera tan solo canceló en tres ocasiones, lo que dice tanto de su profesionalidad como de sus excepcionales cualidades físicas.
Entre sus papeles legendarios están Azucena, Adalgisa y Amneris, que cantó junto a la Callas en México en 1950 y en los cuales es referencia obligada. También cantó con gran éxito papeles rossinianos como los de Il Barbiere o La Cenerentola, donde no llegó al nivel de mezzos más modernas como Berganza o Horne, más hábiles en las agilidades, pero como dejó dicho Gonzalo Badenes en su libro Voces, del que estoy sacando muchos de los datos aquí citados "...si vemos su Rossini a la luz de lo que se hacía en los años treinta, cuarenta o cincuenta, llegaremos a la conclusión de que la Simionato ofreció el mejor Rossini posible para su tiempo". Otras de sus grandes creaciones fueron su Giovanna Seymour en Anna Bolena (junto a Callas y Gencer), su Valentina de Gli Ugonotti, Leonora en La Favorita, Eboli en Don Carlo, Santuzza en Cavalleria rusticana y una larga lista en la que podríamos incluir practicamente la totalidad de sus interpretaciones.
Vamos a escuchar su papel estrella, aquel en el que permanece inigualada después de casi cincuenta años desde que lo abandonó: Azucena de Il Trovatore. El vídeo pertenece a una función ofrecida en la Royal Opera House en 1964, dos años antes de su retirada. El tenor es Bruno Prevedi y el director Carlo Maria Giulini.
Vídeo de felipecunha
En este vídeo, del mismo año, la vemos como Amneris en Aida junto al Radames de Jon Vickers.
Vídeo de baritonoguapo
La escuchamos ahora cantando Mira o Norma junto a Maria Callas en Mexico, 1950, bajo la dirección de Guido Picco. El sonido no es muy bueno, pero aun así vale la pena escucharlo. Si algún día inventan la máquina del tiempo, mi primer viaje será a esta función.
Vídeo de LittlePasserotto
Y por último, la escucharemos cantando Pensa alla patria, de la ópera L'Italiana in Algeri de Rossini.
Vídeo de schaunard1
4 comentarios:
Fas un preciós escrit, Titus i el repertori que has "penjat" tampoc té desperdici. Jo no trio cap ària de les que es poden escoltar aquí. De natural m'enlluerna l'Azucena que feia la Signora Simionato i Stride la vampa és un dels meus fragments preferits de Trovatore i de l'òpera en general.
Una abraçada!
Qualsevol cosa que puga jo escriure es queda curta al costat de l'art de la Simionato. El seu Stride la vampa és, efectivament, una autèntica meravella.
Una abraçada, Glòria.
El millor de la Simionato és encara parlem d'ella i la recordem com si encara estigués cantant.
Això sol ja vol dir que ha superat el temps i això tan sols ho assoleixen els grans.
Porto dos dies pensant en qui canta avui els rols més emblemàtics de la Simionato i m'agafa una tristor infinita.
Tens raó, la Simionato ja forma part de la història de l'òpera i per tant és eterna. Els seus papers, com fan a la NBA amb les samarretes de les estrelles, hi hauria que retirar-los fins que algú poguera tornar a cantar-los en condicions.
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