martes, 26 de octubre de 2010

Bomarzo, la ópera

Soy muy mal lector y por ello suelo esperar al verano para hincarle el diente a novelas largas, cuya lectura en épocas del año en las que estoy más ocupado podría eternizarse. Este verano le tocó el turno, entre otras, a Bomarzo, del escritor argentino Manuel Mújica Láinez. Esta novela narra la vida de Pier Francesco Orsini, llamado Vicino por sus allegados, un noble de la Italia renacentista marcado por su deformidad (era jorobado y cojo) a quien se recuerda sobre todo por haber creado el jardín de los monstruos, un conjunto de esculturas de oscuro significado, en su palacio de Bomarzo. Por las páginas de la obra pasan personajes célebres: artistas del renacimiento, nobles, papas, alquimistas... así como acontecimientos tan relevantes como la coronación de Carlos V o la batalla de Lepanto, narrados con multitud de detalles, siempre desde los ojos del protagonista. También la magia juega un papel importante, pues la vida de Vicino está marcada por lo sobrenatural desde el mismo momento de su nacimiento, cuando un astrólogo pronostica su inmortalidad.

Sabía de la existencia de una ópera con música de Alberto Ginastera y libreto del mismo Manuel Mújica Láinez basada en la novela, así que, aprovechando la época ginasteriana que está atravesando el blog, me hice con una grabación de su estreno absoluto y la escuché recientemente. Dicho estreno tuvo lugar en Washington en 1967 y la grabación cuenta con los handicaps de la toma de sonido algo deficiente, la mala pronunciación de algunos intérpretes, que posiblemente no sabían el significado de sus frases y la tendencia al grito desaforado de parte del reparto. La verdad es que el estilo dodecafónico que combina canto y recitado se presta a ello, pero hay momentos en los que se echa en falta una lectura más contenida, sobre todo por parte del protagonista.

Curiosamente, la obra tardó en ser estrenada en Argentina, pues una prohibición de última hora por parte del gobernante de facto Juan Carlos Onganía, debido a que, cito literalmente, "el argumento de la pieza y su puesta en escena revelan hallarse reñidos con elementales principios morales en materia de pudor sexual", supuso su retirada del cartel cuando todo estaba ya preparado para su estreno. Los bonaerenses tuvieron que esperar hasta 1972 para poder ver la obra, cuando ya había sido representada en Washington, Nueva York, Los Angeles, Kiel, Zurich y Londres. Tras su estreno, se repuso en 1984 y 2003.

Mújica Láinez solía bromear con Ginastera diciendo que si la ópera había sido censurada sería debido a la partitura que había compuesto, ya que la novela contenía un mayor contenido sexual y había pasado la censura. Ginastera, satíricamente, animó al gobierno de Onganía a prohibir cualquier función de ópera, pues decía que si Bomarzo no había logrado pasar la censura tampoco lo haría Don Giovanni, ni Tristan und Isolde, ni mucho menos Salome. Podemos leer un artículo sobre el tema (en inglés) publicado en 1967 en la revista TIME pinchando AQUÍ.

Mi opinión sobre la ópera aún no está acabada de formar, necesitaría escucharla más veces, a ser posible en una versión diferente. Y lo ideal sería verla representada, pues, como suele pasar con las óperas compuestas en el siglo XX, el elemento visual cobra muchísima importancia. El estilo recuerda bastante a Alban Berg, mezclando dodecafonismo con melodía y pasajes recitados con otros cantados, aunque por una parte no deja de estar presente el sello distintivo del autor y por otra no se alcanza la tremenda fuerza que tienen las dos óperas del autor austríaco. Con todo, es una obra destacable, sobre todo por la efectividad con la que crea una atmósfera oscura y opresiva. Ojalá tuviésemos la oportunidad de verla representada en algún teatro español.

Escuchemos ahora la escena quinta de Bomarzo, la muerte de Girolamo a la orilla del río Tíber, tal y como se interpretó en Washington en 1967, estreno absoluto de la ópera. Los intérpretes son Claramae Turner (Diana Orsini, abuela de Pier Francesco), Salvador Novoa (Pier Francesco Orsini) y Robert Grigori (Girolamo, su hermano).




Y a continuación la escena final, con Claramae Turner, Salvador Novoa y David Prather en el papel del jóven pastor.


Vídeo de opertutto

9 comentarios:

maac dijo...

Desde luego es una ópera para verla en escena, como todas pero más que otras, al principio del primer Youtube me recordó bastante a Pelléas et Mélissande, luego no tanto.

pfp dijo...

Bomarzo la novela, me apareció apasionante cuándo la leí y releí casi inmediatamente hace ya unos cuantos años... no he tenido ocasión de ver representada la ópera, conocía su existencia, pero nunca la he visto programada ni aquí en el Estado, ni fuera...
sería fantástico que algún teatro se animara, lo que acabo de escuchar en los youtubes que nos has colgado me parece interesante

un abrazo

Titus dijo...

Bueno, pues si algún teatro tiene a bien incluirla en su programación ya sabe que al menos hay tres personas interesadas en ella, maac, Pilar y servidor.

GLÒRIA dijo...

Jo no he llegit la novel·la que vaig descobrir quan ja em començaven a fer mandra els llibres massa llargs-exceptuant-ne alguns-. He escoltat el segon video i m'ha semblat interessant. He preferit la partitura orquestral, molt inquietant, al "cantabile" més atonal tot i que la melodia final m'ha sorp`res agradablement fent-me pensar en Michael Nyman i Peter Greenaway, una associació inconscient però, potser, racional.
Ja em diràs la teva, Titus. I gràcies. Una abraçada.

kalamar dijo...

alguna vegada hem escoltat Ginastera amb l'OBC però òpera seva aquí no em sona. Resulta estrany sentir música contemporània en castellà, potser estem més acostumats al valencià Carles Santos. Fóra molt xulo tenir-ne alguna programada encara que escenografies estil monstres de Bomarzo ja hem vist algunes no?

Atticus dijo...

Pues yo te diría que a mí me apuntes también como interesado, pero entonces sí que tenemos claro que Helga no la trae ni por error.
Estoy totalmente de acuerdo con Maac en que es una obra para ver en escena

Titus dijo...

Glòria, et recomane que li dónes una oportunitat a Bomarzo, una novel·la tan interessant que encara que siga llarga, se't farà curta. Sobre el que dius de Nyman, aquest fragment de música tonal en mig de l'atonalitat pot recordar la música tonal de Nyman en mig de l'atonal segona meitat del segle XX, i d'ahí la relació.

Kalamar, també a Argentina està Osvaldo Golijov, que fa servir el castellà. I si mires la columna de la dreta del blog, veuràs el cartell de "Las horas vacías", òpera de l'alacantí Ricardo Llorca, amb libretto en castellà. Però els teatres són reacis a les novces propostes i veure representada tant Bomarzo com qualsevol de les que cite és ben difícil. Llàstima, veritat?

Atticus, los designios de la señora (de la señora Helga, I mean) son inescrutables. Pero viendo la programación de este año, dudo mucho que jamás se le ocurra programar Bomarzo, si es que conoce su existencia.

Oscar Bernardo dijo...

Ví Bomarzo en el Teatro Colón de Buenos Aires, por 1970 aprox. Impresionante!

Anónimo dijo...

Pues la opera en si,tal y como la he visto en el ensayo general del teatro real de Madrid, es un pestiño insufrible, mezcla de dodecafonismo mal entendido y pastiche erotico
festivo.
Se hace difícil aguantarla sin irse en el entreacto.
Es la peor opera que tenido que soportar en mi larga vida de seguidor de la musica del siglo xx.
Saludos a todos,y no os dejéis engañar. Esto es una birria.