miércoles, 31 de octubre de 2012

Hans Werner Henze, in memoriam


El pasado sábado falleció Hans Werner Henze (1926-2012), uno de los compositores más importantes de la música de nuestro tiempo, y también uno de los más prolíficos. Deja 30 óperas, 10 sinfonías, 11 ballets y un enorme número de piezas vocales, corales, instrumentales y orquestales. Y además, y en esto se diferencia de muchos autores coetáneos, sus obras se representan con frecuencia por todo el mundo. A lo largo de su carrera, su música fue influenciada por el dodecafonismo, el serialismo (del que después renegó), el neoclasicismo, el jazz, el rock y la música popular, pero siempre mantuvo un sello personal.

En su adolescencia, Hans Werner Henze perteneció a las Juventudes Hitlerianas (su padre, un veterano de guerra que abrazó el credo nazi los apuntó a él y a sus hermanos), fue llamado a filas durante la II Gerra Mundial y capturado por el ejército británico. Mientras todo esto pasaba, Henze iba perfeccionando sus conocimientos musicales, adquiridos poco antes de la guerra en el conservatorio. De esta época guardó siempre un mal recuerdo que plasmó en muchas de sus obras, especialmente su Sinfonía nº 9.

Una vez acabada la guerra, Henze asiste a los cursos de verano de Darmstadt y abraza el serialismo y el dodecafonismo, lo que le sitúa en la línea de nuevos compositores como Stockhausen o Boulez. Por poco tiempo, como veremos. A esta época pertenecen, entre otras obras, su Sinfonía nº1 y su Concierto para Violín nº1, del que vamos a escuchar el segundo movimiento (vivacissimo) con Torsten Janicke como solista y la Orquesta Sinfónica de Magdeburgo dirigida por Christian Ehwald.


Vídeo de pastrychef1985

Su primer gran éxito lo obtiene con una ópera con claras influencias jazzísticas y ya alejada del atonalismo: Boulevard Solitude, estrenada en 1950, que no es sino otra visión de la historia de Manon Lescaut que se suma a las de Massenet y Puccini. Veamos un extracto de una de las representaciones de esta ópera que tuvieron lugar en el Liceu en 2007, con Laura Aikin como Manon.

 
Vídeo de EuroArtsChannel

Muy alejado ya de Darmstadt y sus principios, su militancia marxista y su homosexualidad le hacen sentirse oprimido en Alemania y decide autoexiliarse en el sur de Italia, donde residirá casi hasta su muerte.Allí, su estilo se ve claramente influenciado por su entorno y se vuelve más mediterráneo por un lado y más clásico por otro, recordando por momentos al neo-clasicismo de Stravinski, algo especialmente notable en su célebre ballet Undine (1958), del que vamos  ver el pas de deux del tercer acto.


Vídeo de eliathestar

Posteriormente, Henze se radicaliza en su marxismo y compone obras de claro signo político, como su Sinfonía nº6, sobre textos de poetas revolucionarios, la ópera El Cimarrón,  protagonizada por un esclavo cubano que escapa o el oratorio Das Floss der Medusa, cuyo estreno tuvo que ser cancelado porque los intérpretes, músicos de Berlín Oeste, se negaron a tocar bajo un retrato del Che Guevara y una bandera revolucionaria.

Una vez convertido en un reconocido compositor, Henze sigue publicando nuevas obras practicamente hasta su fallecimiento, a la edad de 84 años. Escuchamos, como ejemplo de su obra de madurez, una de sus 6 piezas para jóvenes pianistas (1978): Margareten Walzer, interpretada por Jean-Pierre Collot.


Vídeo de TheWellleszTheatre

Y por último, escuchamos una de las Cinco piezas nocturnas para violín y piano (1990), la titulada Elegie.


Vídeo de NewMusicXX

2 comentarios:

Barbebleue dijo...

Mi sentido recuerdo, también; tanto por su trayectoria artística (fabulosa) como personal (extraordinaria).

Una Sensibilidad fuera de toda Cuestión.

Titus dijo...

Barriendo para casa, ¿eh? Pero muy cierto, de todas formas, lo que dices.