Ahora que ha acabado la temporada de ópera en el Palau de les Arts es hora de empezar a prepararse para el festín wagneriano en el que se ha convertido el II Festival del Mediterrani, rarísimo nombre con el que nos referimos a la aparición anual de Zubin Mehta por tierras valencianas. Este año la novedad llega con Götterdämmerung, El ocaso de los dioses, de la que se ofrecerán cuatro funciones, dos de ellas integradas en ciclos completos de todo el anillo. El sueño de todo wagneriano, vamos. Yo hoy estoy positivo, supongo que será por temas futboleros, así que no voy a lamentarme por no poder asisitir a los ciclos, sino que voy a alegrarme de poder asisitir a una función de Götterdämmerung y así poder completar el ciclo que inicié hace tres años. No es lo mismo que hacerlo en una semana, pero tampoco está nada mal. Y lo que me voy a ahorrar en entradas, que no es moco de pavo.
Vamos a ver una escena que supongo que todos los wagnerianos ya conocerán pero que me apetece recordar para empezar a repasar esta obra tan dramática y tan apocalíptica con buen humor. Como ya sabéis, la primera grabación en estudio del ciclo completo de Der Ring des Nibelungen la llevó a cabo Sir Georg Solti con la Filarmónica de Viena entre los años 1958 y 1965. Durante años se consideró que estas grabaciones eran el ciclo definitivo. Últimamente es cada vez más común leer críticas hacia la dirección de Solti o el desempeño de los cantantes, algunos de ellos ya se encontraban en declive cuando entraron en el estudio. Yo debo reconocer que conecto especialmente bien con Solti en casi cualquier repertorio, aunque estoy bastante de acuerdo en cuanto a los cantantes, no hay más que escuchar, por ejemplo, al gran Hans Hotter en grabaciones anteriores para darse cuenta de que su mejor momento ya había pasado. Aún así, sigue siendo un lujo contar con él en este anillo.
La anécdota que quería traer al blog se produjo cuando, tras años de trabajo y de grabaciones, por fin se estaba grabando la última escena del Götterdämmerung, la inmolación de Brünnhilde. Si conocéis la obra sabréis que en su última gran escena Brünnhilde llama a su caballo, Grane, se monta en él y juntos se arrojan sobre la pira funeraria de Siegfried. Pues esto fue lo que pasó cuando Birgit Nilsson, la legendaria Brünnhilde del ciclo de Solti, llamó a Grane.
Vídeo de chessoperaspirit
Dos horas después, por fin pudieron grabar la última escena, que sonó así de bien.
Vídeo de heildirgunther
5 comentarios:
Genial!!
Pero Nilsson sigue cantando!!
Es verdad que al Anillo de Solti se le pueden poner "peros", no obstante es un lujazo y una grabación de referencia.
Yo que también estoy hoy positivo (no sé por qué, aunque se me ocurren por lo menos SEIS razones) te confirmo amigo Titus que sí, te has ahorrado una pasta.
Y si hace unos años nos dicen que íbamos a poder disfrutar de un Anillo de este nivel en varios años seguidos, a nuestro interlocutor le hacemos el control de alcoholemia
Eso es ponerse en situación, aunque me da que el caballo nada sabía de ir a la pira.
En el segundo video se puede escuchar el final de la obra sin los efectos especiales que serían añadidos posteriormente, nada necesarios porque la dirección de Solti ya es bastante contundente, y antes que nada resultan molestos (otros efectos sí me parecen bien resultos). A mí la dirección de Solti sí me gusta. Para algunos el estilo es de trazo muy grueso y el sonido demasiado compacto, pero la orquesta resulta espectacular en Siegfried y Götterdarmerung, y el Oro es uno de los más brillantes que he escuchado (por encima de Böhm) fuera de parametros germánicos. También el primer acto de Walküre. En el tercer acto en cambio se pasa de rosca, y la orquesta suena demasiado estruendosa, pero el balance general a mí me parece muy bueno.
que chulada, Titus, cómo me ha gustado ver y oir a la Nilsson... no se si la tiene Amfortas pero sino fijo que me compro esta versión.
Besos, que hacía mucho que no entraba en tus maravillosos sinsentidos
Seguro que la tiene, Pilar. Ya sabes que aquí siempre eres bienvenida.
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