martes, 30 de noviembre de 2010

La Aida de Maazel

La Aida que se representó el domingo en el Palau de les Arts no era la de Verdi, por mucho que aparezca el nombre del compositor italiano en los carteles, sino la de Maazel. En todo caso, habría que decir algo así como "adaptación de la obra original de Giuseppe Verdi". Dicho esto, entiendo perfectamente la estupefacción e incluso las reacciones negativas que uno puede leer por esos cibercampos del señor, ya que quien espere encontrarse con la Aida de Verdi se puede llevar un chasco. Sin embargo, los que seguimos a Maazel desde hace años nos hemos ido acostumbrando a su peculiar manera de dirigir hasta llegar a una devoción absoluta. Somos maazeladictos y se lo permitimos todo.

Lorin Maazel inicia el que será su último año al frente de la orquesta que él mismo creó dando una vuelta de tuerca más a su peculiar concepto de dirección con tempi lentísimos pero intensos que permiten el lucimiento orquestal (el sonido que consigue esta formación es bellísimo) y que pone en más de un apuro a coro y solistas. E incluso al publico: hubo varios momentos ayer en los que yo mismo no sabría decir si hubo desajustes en la entrada del coro y de algunos solistas o fue mi mente la que era incapaz de seguir el ritmo tan pausado de la batuta y se adelantaba a los acontecimientos. Como tantas veces sucede en Les Arts, lo mejor de la función fueron la orquesta y el coro. Éste último se luce especialmente en el delicadísimo e hiper-ralentizado interno del primer acto, cuadro segundo.

En cuanto a los solistas, destacó la Amneris de Daniela Barcellona, que está debutando el papel en estas funciones. Quizá defraudará a los amantes de las grandes voces verdianas pues ni por volumen, ni por densidad, ni por graves puede acercarse a las grandes referencias en este rol. Sin embargo, es una cantante muy inteligente que sabe sacar partido de sus virtudes y acaba sacando adelante el papel de forma excelente. Algo reservona, aunque correcta, en los tres primeros actos, es en el cuarto acto donde despliega todos sus recursos vocales e interpretativos, haciendo que su dúo con Jorge de León sea de alto voltaje.


Me gustó el Radamés de Jorge de León, valiente y entregado aunque con una gama de matices muy limitada. Gustará a quienes sepan perdonar lo segundo a cambio de escuchar esa rara avis que es una auténtica voz de spinto, con un agudo liberado y seguro que no duda en lucir siempre que puede y un volumen atronador. Lástima de cierta falta de homogeneidad entre sus zonas aguda y media.

Indra Thomas, en el papel de Aida, realizó ayer la última de sus actuaciones en esta serie de funciones y también la mejor, a decir de quienes han asistido a las otras. Se trata de una soprano con graves carencias, entre las que destaca una voz metida totalmente atrás, una pésima pronunciación (la típica patata en la boca de tantos cantantes anglosajones) y la molesta costumbre de respirar donde le da la gana, cargándose cualquier aproximación al canto legato. También tiene virtudes, principalmente el volumen, que la hace destacar en los números de conjunto a pesar de que su proyección no es la adecuada y su facilidad en el agudo, pero no bastan para levantar el papel. Además, dramáticamente está en las antípodas de la implicadísima Barcellona. En conjunto, lo mejor que podemos decir de la mejor de sus actuaciones es que al menos no enturbió la labor de sus compañeros de reparto.

Una agradable sorpresa fue escuchar a Giacomo Prestia como Ramfis, pues posee una voz de bajo de las de verdad, grande y con graves sonoros y nada trampeados. También me gustó Marco Spotti, Il Re, por la misma razón aunque su instrumento es algo más discreto.

Gevorg Hakobyan como Amonasro cuenta con el mismo handicap que Barcellona, le falta pasta y caracter verdiano, pero mientras que Barcellona sabe suplir sus carencias con gran habilidad, el joven barítono georgiano no pasa de los límites de la corrección.

Muy bien Javier Agulló como mensajero y Sandra Ferrández como gran sacerdotisa.


En cuanto a la puesta en escena de David McVicar, pasada por la indignante censura de Helga Schmidt, se puede resumir en sólo dos ideas. 1: Donde debería haber egipcios hay samurais. 2: La escena está vacía y oscura. La primera de estas dos ideas tiene la ventaja de evitar el aire kitsch en el que acaban cayendo todas las puestas en escena fieles al libreto. También consigue cabrear a los amantes del cartón piedra, lo cual siempre está bien. La segunda idea no aporta nada, pero al menos sale barata. Lo único que no me gustó fue que en la polémica escena de los sacrificios humanos (acto I, cuadro II), se distrae excesivamente la atención del espectador que está más pendiente de los figurantes que del pobre Jorge de León, que es quien debería lucirse.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Cinco canciones populares argentinas, de Alberto Ginastera


Dentro de la campaña pro-Ginastera que estoy llevando a cabo, hoy vamos a escuchar sus Cinco canciones populares argentinas. Esta obra se inscribe en la primera etapa de la evolución del autor, el autodenominado "nacionalismo objetivo", en la que se reproducen literalmente citas de la música popular argentina, aunque también es posible encontrar reminescencias de autores como Manuel de Falla. Los textos de las canciones pertenecen al cancionero popular.

La primera de las piezas, Chacarera, es una danza rápida con ritmo tripartito procedente del norte de Argentina.

Chacarera
A mí me gustan las ñatas
Y una ñata me ha tocado
Ñato será el casamiento
Y más ñato el resultado.
Cuando canto chacareras
Me dan ganas de llorar
Porque se me representa
Catamarca y Tucumán.

A continuación viene Triste, un tipo de danza caracterizada por su tono melancólico con una introducción lenta y una melodía en forma de recitativo en la que los arpeggios del piano imitan la guitarra de un gaucho.

Triste
Debajo de un limón verde
Donde el agua no corría
Entregué mi corazón
A quien no lo merecía.

Triste es el día sin sol
Triste es la noche sin luna
Pero más triste es querer
Sin esperanza ninguna.

La tercera pieza, Zamba (que no "samba"), es una danza de origen peruano con un ritmo binario de 6/8 y un texto casi siempre melancólico.

Zamba
Hasta las piedras del cerro
Y las arenas del mar
Me dicen que no te quiera
Y no te puedo olvidar.

Si el corazón me has robado
El tuyo me lo has de dar
El que lleva cosa ajena
Con lo suyo ha de pagar

En cuarto lugar, Arrorró, una nana tradicional.

Arrorró
Arrorró mi nene,
Arrorró mi sol,
Arrorró pedazo
De mi corazón.
Este nene lindo
Se quiere dormir
Y el pícaro sueño
No quiere venir.

Y por último Gato, una danza tradicional de ritmo enérgico dividida en seis partes.

Gato
El gato de mi casa
Es muy gauchito
Pero cuando lo bailan
Zapateadito.
Guitarrita de pino
Cuerdas de alambre.
Tanto quiero a las chicas,
Digo, como a las grandes.
Esa moza que baila
Mucho la quiero
Pero no para hermana
Que hermana tengo.
Que hermana tengo
Si, ponte al frente
Aunque no sea tu dueño,
Digo, me gusta verte.

Escucharemos las Cinco danzas populares argentinas de Alberto Ginastera en la voz del tenor Raúl Giménez, acompañado al piano por Nina Walker.


Vídeo de tenorisimo1975

sábado, 20 de noviembre de 2010

Feeling good

Ustedes me disculparán, pero hoy no tengo el cuerpo para tenores, sopranos, violines ni batutas. Ni tampoco para Nina Simone. Me apetece algo más ligero y a la vez más pesado.

Muse y Jools Holland interpretan el clásico Feeling Good.


Vídeo de screenaged

sábado, 13 de noviembre de 2010

La canción del mercader indio de Sadko (Rimski-Kórsakov)


Recientemente pude ver la versión de la ópera Sadkó de Nikolái Rimski-Kórsakov que se puede encontrar fácilmente en cualquier comercio dirigida en 1996 por Valery Gergiev, con Vladimir Galouzine en el papel principal. Mi fragmento preferido de esta ópera, llamadme original, es la canción del mercader indio, que en esta ocasión está interpretado por Gegam Gregorian. Me temía lo peor y la verdad es que no era para tanto, Gregorian consigue salvar los muebles a pesar de todo. El caso es que desde hace unos días estoy buscando diferentes versiones de esta conocida aria y he encontrado un buen puñado de interpretaciones excelentes, así como unas cuantas marcianadas que paso a compartir con vosotros.

Para quien no conozca la obra ni el aria en cuestión, diremos que Sadkó es una ópera en la que se narra la historia y los viajes del trovador que da nombre a la obra. En un momento dado, Sadkó debe decidir cuál será el destino de su viaje, por lo que pide a tres mercaderes, un vikingo, un indio y un veneciano, que le canten las bondades de sus países. De los tres, el veneciano será quien conseguirá convencerle, si bien es el indio el que cuenta con el aria más inspirada.

Empezaremos escuchando a Gegam Grigorian en la versión ya mencionada:


Vídeo de SMCmorg

No está mal, pero para escuchar una versión igualmente idiomática a cargo de un tenor muy superior, retrocedemos hasta encontrar al gran Sergei Lemeshev, quien hace una creación referencial:


Vídeo de EvaHartwig

No podía faltar el gran rival de Lemeshev, el igualmente grande Ivan Kozlovski:


Vídeo de Herur22

Abandonamos el idioma original para deleitarnos con la interpretación de una de las voces de tenor más bellas que jamás se hayan grabado, la del sueco Jussi Björling, que la canta en su idioma nativo:


Vídeo de 302MarkVII

Si Björling cambia el idioma, Rosa Ponselle no se contenta con eso (que también, ya que la canta en inglés), sino que también cambia la tesitura original de tenor a la de soprano. A ella se lo perdonamos por tratarse de una intérprete exquisita:


Vídeo de MrCafiero

También en inglés, y además a calzón quitado y con unos arreglos orquestales de dudoso gusto, la cantó Mario Lanza:


Vídeo de cuzinkevin

Ahora pasamos al húngaro con la excelente interpretación del tenor József Réti, un especialista en Bach y Mozart que grabó infinidad de discos para Hungaroton pero cuya carrera es poco conocida fuera de su país natal:


Vídeo de franzhun

También hubo quien la cantó en francés, como el imprescindible Georges Thill:


Vídeo de TAUBERFANLEHAR2

Puestos a cambiar el idioma de la letra, vamos a escucharla en castellano, en dos versiones diferentes a cargo de dos grandes tenores. El primero de ellos es Miguel Fleta, que la grabó en 1930:


Vídeo de GerardoRosvaenge

Y la segunda versión en español es la que grabó Alfredo Kraus en 1960. Llena de detalles de calidad, pero no me acaba de convencer:


Vídeo de kraustrujillo

Espero que hayáis disfrutado con esta selección. Ya me diréis con cuál de todas os quedáis.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Suite Panambí, de Alberto Ginastera


Tras una pausa, volvemos a la carga con Alberto Ginastera. Si en una entrada anterior dijimos que su obra más célebre es la Suite de danzas de Estancia, elaborada con material sacado de su ballet Estancia ante la imposibilidad de encontrar una compañía de danza que lo representara, hoy hemos de decir que no fue esa la primera ocasión en la que Ginastera recurría al formato suite para dar a conocer música de ballet que no encontraba quién la bailase. De hecho, la primera vez que recurrió a tal estrategia fue en la primera obra de las que conforman su catálogo, la Suite Panambí, en la que utiliza cuatro números del ballet Panambí, compuesto a lo largo de dos años durante sus estudios en el Conservatorio Williams. Ginastera compuso el ballet sin tener esperanzas respecto a su puesta en escena, pero el éxito de la suite, estrenada por el director Juan José Castro en el Teatro Colón de Buenos Aires en 1937, hizo que el mismo teatro se interesara por la obra que le dio origen y que la misma viera a luz en 1940. Como ya dijimos anteriormente, Lincoln Kirstein, director del Ballet Caravan, quedó tan impresionado por el ballet Panambí que le encargó a Ginastera la composición de un ballet para su compañía y de ese encargo saldría el ballet Estancia.

El ballet Panambí, Leyenda Coreográfica se basa en la mitología de los indios guaraníes, habitantes de las riberas del Paraná y el Paraguay. En la suite, Ginastera cambió el orden de los números, de forma que es imposible seguir la narración original escuchándola. El primero de los cuatro movimientos, de naturaleza descriptiva, se titula Claro de luna sobre el Paraná. A continuación, la percusión irrumpe con fuerza, complementada por el viento metal, en la Invocación a los espíritus poderosos. Sigue un movimiento de lirismo a flor de piel, el Lamento de las doncellas, en el que las cuerdas forman un mullido colchón. Finalmente, la percusión vuelve a hacer su entrada en la Fiesta indígena-Danza de los guerreros, con su ritmo de reminescencias tribales.

Escucharemos la Suite Panambí interpretada por la NBC Symphony Orchestra bajo la batuta de Erich Kleiber, residente por aquellos años en Argentina.


Vídeo de CaptainBluebear08

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Canciones encadenadas XIII: Saturday


La última canción que escuchamos en la pasada edición de las canciones encadenadas fue Hot Patootie, del musical Rocky Horror Show, en la voz de Meat Loaf. El primer verso de esta canción dice "Whatever happened to Saturday night", lo que nos da pie a seguir con una nueva entrada dedicada al sábado, posiblemente el día de la semana que más aparece en canciones de todos los estilos.

Atticus empieza proponiendo la que para mí es la única forma de disfrutar con las canciones de Elton John: buscando versiones de otros cantantes. En este caso The Who interpreta el tema Saturday Night's Alright (For Fighting).


Vídeo de OxAeroBabioX

Alfredo elige Saturday in the Park, de Chicago, que veremos en un directo de 1972.


Vídeo de ChicagoKid1969

Diez años antes, en 1962, Mina cantaba Sabato notte, la canción elegida por Teresa.


Vídeo de swan5046

Barbebleue opta por One More Saturday Night, de los Grateful Dead. Los veremos en un directo del 72, que al parecer fue un buen año para los directos.


Vídeo de j0ndaily

Xim nos trae a David Bowie transformado en un híbrido glam-espacial cantando Drive In Saturday, una canción híbrida futurista-sexual. Lo veremos en un directo del año... oooooh, 1974. Por poco.


Vídeo de gbbmmm

Maac se adelanta unas horas y pasa del sábado al domingo por la mañana con Sunday Morning, de The Velvet Underground. Pillado por los pelos, pero aceptamos gustosamente pulpo como animal de compañía porque la canción es una maravilla.


Vídeo de vacantmoon

Kalamar elige a The Carpenters con su canción Saturday de 1973, un año después de 1972.


Vídeo de TheCarpenters

Y mi elección es una de mis canciones preferidas, (Looking For) The Heart Of Saturday Night, del álbum homónimo de Tom Waits, uno de sus mejores discos, que es como decir uno de los mejores discos jamás grabados.


Vídeo de TheRickynow

La palabra que nos va a servir para continuar la cadena será heart, corazón. Espero vuestra participación y espero también, siguiendo una sugerencia de Alfredo que pondré excepcionalemente en práctica en la futura entrega, adivinar cuáles serán vuestras elecciones. He escrito en un papel que queda sellado y guardado ante notario una preferencia para cada uno de vosotros, no sé si coincidiremos pero espero que al menos os guste la que he elegido. La lista se hará pública cuando hayáis participado todos.