viernes, 28 de noviembre de 2008

Callas y Gigli en directo: San Remo 1954


Si quisiésemos elegir al mejor tenor y la mejor soprano de la historia de la fonografía (algo imposible, debido a la subjetividad de los criterios, pero habitual en revistas y foros operísticos), muchos darían su voto a Beniamino Gigli y Maria Callas. No sé si serán los mejores o no, pero ciertamente ninguna lista sería creíble si no los incluyera en las primeras posiciones.

Beniamino Gigli y Maria Callas representan dos épocas diferentes del canto italiano, separadas por la II Guerra Mundial. Gigli fue un continuador del estilo de Enrico Caruso, mientras que Callas representó una revolución en lo interpretativo que cambió el modo de entender la ópera de las generaciones que la siguieron. Hubo, sin embargo, un punto de encuentro entre esos dos grandes artistas, un concierto conjunto que tuvo lugar en San Remo el 27 de diciembre de 1954. Cierto es que para aquel entonces Gigli ya no estaba en su mejor momento, recordemos que había debutado en 1914 y llevaba ya 40 años de carrera a sus espaldas, además de tener una salud muy deteriorada. Este fue, de hecho, su último concierto en Italia, poco antes de su retiro definitivo tras una gira internacional. Aún así sus prestaciones son excelentes, pero la edad no perdona y no resiste la comparación con sus propias grabaciones anteriores. Callas, en cambio, está en gran forma y aborda sin problemas las agilidades de las arias escogidas. El programa del concierto fue el siguiente:

01 Meyerbeer - L'Africana - O Paradiso (Gigli)
02 Mozart - Il Ratto Dal Serraglio - Tutte le torture (Callas)
03 Massenet - Werther - Ah! Non mi ridestar (Gigli)
04 Meyerbeer - Dinorah - Ahime! che notte oscura.. Ombra leggiera (Callas)
05 Cilea - L'Arlesiana - E la solita storia (Gigli)
06 Charpentier - Louise - Depuis le jour (Callas)
07 Giodano - Andrea Chenier - Un di all' azzurro spazio (Gigli)
08 Rossini - Arminda - D' amore al dolce impero (Callas)


Escuchando el concierto uno se pregunta por qué no cantaron a dúo, perdiendo una oportunidad única para escuchar a estos dos gigantes uniendo sus voces. Al parecer, los organizadores del concierto intentaron que lo hiciesen, ofreciéndoles las partituras de los dúos de Cavalleria Rusticana, Tosca y Andrea Chénier, pero Gigli se negó en redondo. Por una parte, era consciente de que sus estilos eran divergentes y nada bueno podía salir de su unión. Por otra parte, según se comenta, estaba molesto por unas declaraciones de Callas a la prensa en las que criticaba su estilo. Testigos del concierto afirman que hubo cordialidad entre ellos, besos, abrazos y una cena conjunta al acabar, como se ve en la foto, pero no hubo dúos.

El concierto no deja de ser algo anecdótico en las carreras de ambos, que nos han dejado muchos documentos sonoros de mejor calidad, pero ningún aficionado dejará de sentirse atraído por estos dos nombres, así que vamos a saciar nuestra curiosidad con un par de fragmentos. Empezaremos con el aria con la que Gigli abría la velada, O Paradiso, de L'Africana de Meyerbeer.

Pincha aquí para escuchar 'O Paradiso - Gigli-1954'

A continuación, una aproximación de Maria Callas al repertorio francés, Depuis le jour, de la ópera Louise de Charpentier.


Vídeo de DaveDeCathay

Podéis descargaros el concierto entero en el blog SIC TRANSIT OPERA MUNDI.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Arghhh. Titus, ahora que vengo de echarle la bronca a maac, te toca a ti, y por lo mismo, por lo de "anécdótico". En el caso de Gigli, sí, ¡pero en de Callas!. No es que este recital fuera un hecho tan importante en su carrera para ella, seguramente, pero desde el punto de vista de los aficionados podemos disfrutar de un "Depuis le jour" que después en estudio grabaría cuando la voz no estaba en condiciones, unn "Dinorah" que es una pieza para demostrar habilidades técnicas de todo tipo donde está fabulosa y está también el primer "Tutte le torture" en codiciones óptimas. Como tenemos una Armida anterior al 54, pues nada, ahí me callo :)

Espléndida Callas, y sorprendente Gigli sesentero.

Titus dijo...

Es que una anécdota de Callas vale más que las carreras completas de otras muchas, pero no por ello deja de ser una anécdota.