jueves, 2 de abril de 2009

Morton Feldman, del abstracto al infinito

Morton Feldman (1926-1987) nació y vivió en Nueva York. Estudió piano con Madame Maurina-Press, alumna de Ferruccio Busoni, y más tarde se interesó por la composición, explorando nuevas vías que le alejaban de las teorías musicales de la época y abrían un nuevo panorama muy personal y diferenciado del resto de compositores contemporáneos. En 1950 conoció a John Cage, con quien le uniría una gran amistad desde es momento, y de su encuentro surgió un alejamiento aún mayor de los cánones musicales, llegando incluso a abandonar la notación musical tradicional, a la que sin embargo regresaría a finales de los 50. A través de Cage, Feldman conoció a las más importantes personalidades del mundo del arte contemporáneo y sintió una atracción especial hacia la obra y la personalidad del pintor Jackson Pollock, cuyo expresionismo abstracto ejerció una gran influencia sobre su música. De este afán de plasmar en música lo que Pollock u otros pintores abstractos plasmaban en sus cuadros nacen algunas de sus obras más importantes, como Rothko Chapel, de 1971, obra pensada para ser ejecutada en la capilla diseñada por Rothko y cuyos primeros nueve minutos pasamos a escuchar.


Vídeo de NewMusicXX

Acabada la década de los 70, la música de Feldman se vuelve más densa y oscura y sus composiciones, cada vez más extensas, se mueven entre el misticismo y la irrealidad. La ausencia de clímax, la disonancia, la serenidad y las notas prolongadas hasta el infinito son el sello de esta última etapa creativa de Feldman. Su String Quartet II, de 1983, alcanza el punto culminante de esta nueva tendencia, llegando a las cinco horas de duración. Escuchemos ahora el principio de su Piano and String Quartet de 1985 en interpretación del Ives Ensemble.


Vídeo de minirausch

Os dejo con el principio una de sus piezas más reconocidas, Triadic Memories, para piano, interpretada por Aki Takahashi.


Vídeo de nineric

1 comentario:

Barbebleue dijo...

He de reconocer que me encantan estas entradas: nuevas vías, nuevos lenguajes, nuevas sonoridades. El Arte como la vida, evoluciona para no desaparecer.

A Feldman le conozco poco, tan sólo recuerdo pasajes de su ópera para soprano y orquesta "Neither" sobre textos de Beckett. Un flujo de sonido y silencio, desasosegante, con la voz moviéndose en el sobreagudo. Volveré sobre él, le asigno cita prioritaria en la agenda de audiciones.

Conmovedora la Chapel!