lunes, 28 de diciembre de 2009

Madama Butterfly en Les Arts: Maazel vuelve a triunfar

Con la anterior Madama Butterfly de Les Arts ya me pasó: iba sin muchas ganas y salí contento, especialmente gracias a Maazel. En esta el efecto se ha multiplicado: iba con menos ganas, sobre todo porque no han pasado ni dos años desde que se programó este título con otra puesta en escena, y salí encantado. Y de nuevo, el principal artífice de mi satisfacción fue Lorin Maazel, que estuvo aun mejor que hace dos temporadas. Pero no fue el maestro el único que me hizo disfrutar.

Oksana Dyka, joven soprano ucraniana con una breve pero intensa carrera, cantó una sensacional Butterfly, sobrada de volumen incluso cuando la puesta en escena no jugaba a su favor, delicada (dentro de lo que cabe) en el primer acto y dramática en los dos posteriores, sin caer en la exageración. La suya es una voz todo-terreno, con agudos en punta cuya presencia destacaba sobre la masa orquestal y un centro maleable que se adaptaba con suma facilidad a las exigencias de la partitura. Nos dejó boquiabiertos con Un bel dí vedremo, momento que la mayoría de Butterflies intentan salvar sin desgastarse excesivamente porque aún les queda mucho que cantar y que ella aprovechó al máximo.

Aunque en la función de ayer estaba previsto el debut en Les Arts de Demos Flemotomos como Pinkerton, un aviso por megafonía antes de que empezara la función nos hizo saber que el papel sería interpretado por el italobrasileño Thiago Arancam. Curiosamente, ambos tenores presentan coincidencias en su biografía: Arancam ganó el segundo premio absoluto, el premio de zarzuela y el premio del público en Operalia 2008 y Flemotomos ganó los mismos premios en Operalia 2009. Por lo visto, Arancam fue llamado de urgencia para cubrir la baja de Flemotomos y apenas tuvo tiempo para familiarizarse con la escena ni para ensayar. Digo esto porque, aunque su rendimiento fue insuficiente, sonó engoladísimo y la orquesta le superó con frecuencia, me pareció una injusticia el abucheo que se llevó cuando salió a saludar. Ya sé que abuchear forma parte de la tradición operística, pero por favor, que era un sustituto, un chico que hace una semana ni siquiera sospechaba que iba a estar en Valencia cantando Pinkerton y que ha aceptado meterse en este lío para salvar una función que de otra forma seguramente se habría tenido que cancelar. Si este chico fuese el Pinkerton titular y lo hubiese cantado así no diría nada, pero siendo un cover de urgencia me parece muy mal que se le abuchee con tal saña. Cuatro años sin un buh (y motivos ha habido de sobra) y este año se abuchea hasta al sustituto. Ni tanto ni tan calvo, ¿no?

El resto de papeles estuvieron cantados con corrección, destacando la Suzuki de Marianna Pizzolato y el Sharpless de Gevorg Hakobyan, a quien me quedo con ganas de escuchar en papeles con más opción para el lucimiento, pues su voz es muy buena y quisiera saber si la sabe aprovechar.

Otro de los motivos por los que disfruté de esta Butterfly fue la puesta en escena de Marusz Trelinski, procedente del teatro Wielki de Varsovia. Será porque ya estoy hasto de ver la típica casita en la colina, las sombrillas rotatorias y demás parafernalia, pero esta producción me ha encantado. La dirección de actores es excepcional y la escenografía consigue momentos de gran plasticidad con grandes superficies de color que cambian según lo hace el ánimo de los personajes. Es, por tanto, una puesta en escena más psicológica que realista, lo que explica la licencia de hacer aparecer a Butterfly en barco y otras muchas que se toman durante la obra y que a mí en ningún caso me parecieron chirriantes, más bien todo lo contrario: me ayudaron a meterme en la trama, algo que sin ayuda posiblemente nunca habría hecho por ser el de Butterfly el argumento con el que más me cuesta empatizar de toda la obra de Puccini.

Pero, después de todo lo que he comentado, vuelvo al principio y digo que si hubo algo que me hiciese disfrutar por encima de todo fue la labor de Lorin Maazel. Con esos tempi lentos pero nunca relajados que ya son marca de la casa, se dedicó a diseccionar la partitura, detalle por detalle, exprimiendo la sonoridad de la orquesta que ayer sonó como en las mejores ocasiones. A diferencia de su anterior Butterfly, no hubo efectismos ni gestos de lucimiento de cara a la galería. El maestro consiguió con eso dotar a la obra de una uniformidad y de una coherencia que faltó entonces. Es curioso eso de mostrar todos los detalles y a la vez conseguir que el conjunto sea coherente, algo al alcance sólo de grandes directores y de grandes orquestas. Y ya que estamos, de grandes coros: excepcional el coro a bocca chiusa que cantaron bajo la dirección de Francesc Perales.

21 comentarios:

Barbebleue dijo...

Una pena lo de Flemotomos, un tenor que me fascinó el pasado año en Santa Fe con un Don Ottavio de redondeados agudos.

Por cierto también bajo la dirección de Maazel, rico en detalles sin merma del conjunto.

Alfredo dijo...

Me alegro de que te gustara, hay cierto regusto al confirmar las coincidencias y sobre todo al heber emitido la primera crónica, que aunque incompleta, por mis escasos conocimientos sobre "la Voz" siempre te queda la sensación, por un lado, de haber puesto demasiado émfasis en determinados aspectos y por otro el de desear, que aún en diferente función se repitan idénticas aquellas cosas que te han gustado.

Una pena lo de Pinkerton y más penoso lo los abucheos, que como bien dices, motivos han habido en otras ocasiones y los hemos obviado.

Abrazos

carmen dijo...

Me ha encantado tu crónica, porque coincido del todo con tu apreciación. Butterfly no está entre mis óperas favoritas, pero me gustó tanto que voy a intentar repetir. La pena es que no queda ni una entrada para el 30, a ver qué pasa con el last minutes

Atticus dijo...

Estupenda crónica, Imperator. Celebro que lo pasases bien.
Yo iré el último día, si sigue la plaga igual cantan los chicos de puertas.
Las veces que he escuchado (youtube y alguna grabación) a Thiago, no me ha emocionado, aunque sí parecía hacer gala de una buena técnica.
Algunos que estuvieron ayer me han hecho una crítica fuerte del brasileño, tanto en lo vocal como en lo interpretativo, que parece ser que se alineaba en el equipo del Atlético Berti o pandilla de los click de Famobil. No obstante, tratándose de un cover de última hora bastante hizo con dar las notas.
Yo, que como sabes soy uno de los mayores puristas afrancesados (que dice Helga), considero un despropósito el abucheo a un joven sustituto, pero... en esta ciudad no hay términos medios por lo que se ve, o se aplaude a la Voulgaridou a rabiar aunque desafine como un puerco borracho, o se abuchea hasta a los del guardarropía.

Assai, si repites vente el 3

maac dijo...

Sabía que os iba a gustar, aunque Oksana Dyka no tanto.

carmen dijo...

Maac, me gustó muchísimo e iba con pocas ganas. La dirección de Maazel y la orquesta fueron la excelencia, hasta ponerme casi al borde de la lagrimilla :)
El tenor no existió, desde luego que en los duos la cosas fue durilla por el vozarrón de la ucraniana, en fín qué se le va a hacer, la perfección no existe. Pero repetiría de todas, todas.

carmen dijo...

Sr. Finch intentaré el 3 si estoy en Valencia y mañana, aunque va estar muy dificil, porque no hay entradas y el sábado unos amigos se fueron sin.

Mimenor dijo...

Gracias, Titus, por tu detallada crónica, con la que también coincido en casi todo. Fue una de esas noches que no se olvidan con facilidad, con dos momentos musicales, el final del primer acto y el coro a bocca chiusa que rozaron lo soberbio. El maestro genial, en estado de gracia, elegantísimo, con un movimiento de batuta y dedos que nada tienen que ver con los del estresante Gergiev y con un maestro Perales dándole la réplica desde los confines del escenario acertadísimo en intuición y tempi. Esos momentos son siempre dificilísimos por la distancia entre el coro y la orquesta y la imposibilidad de ver al director. Me entusiasmó la puesta en escena: los bailarines, 3, que van marcando unas figuras preciosas, y que rompían muchas veces el equilibrio de la escena. Una iluminación perfecta. Nunca pensé que le prestara tanta atención a estos recursos, para mi lo importante es la voz, pero cada vez lo valoro mucho más. Por no hablar del elaborado final, fantástico. De Dyka lo habéis dicho casi todo. A destacar cómo cantó Un bel dí vedremo, en la parte más adelantada del escenario, donde se oyen todas las virtudes y todos los defectos, un lugar comprometidísimo porque nadie ni nada te acoge, salvando el aria perfectamente, sobrada, con todos los matices que habéis destacado. En cuanto a Thiago Arancam, bastante que hizo con aterrizar en el ovni este que tenemos por casa de la ópera, cascarse dos ensayos en un día y lanzarse a la aventura. Es un chico joven, no puede decir que no a casi nada, y no parece que haya debutado este papel según el programa de mano. Directamente no es Pinkerton, ni escénica ni vocalmente pero habrá que reconocerle la homogeneidad del canto y le agradecí enormemente que no me hiciera sufrir en la resolución de algunas frases que normalmente se atragantan al más pintado. El abucheo me sobró y me pareció fuera de lugar, ya me empieza a parecer cachondeíllo, la verdad. Una consideración al buen hacer de los alumnos del centro de perfeccionamiento, que sigan así.

Titus dijo...

Barbebleue, sí que fue una pena lo de Flemotomos, pero aun así valió la pena.

Alfredo, releída tu crónica tras haber visto la función, yo también estoy de acuerdo con todo lo que dijiste en su día y también aplaudo la puesta en escena de Trelinsky.

Assai, a ver si tienes suerte y puedes repetir. Quién nos iba a decir que acabaríamos saliendo tan contentos, ¿eh?

Atticus, te va a encantar, ya lo verás. Acuérdate de lo que nos gustó la reposición de Turandot con Maazel. Ya me dirás si ese día canta Flemotomos o Arancam.

Maac, Oksana Dyka estuvo soberbia, sobrada de voz, nada reservona y sobre todo muy expresiva. Siendo muy estrictos, su primer acto no estuvo tan bien como los dos siguientes, pero no porque lo hiciese mal sino porque en los dos últimos se salió.

Mi, yo añadiría el final del tercer acto a la lista de momentos soberbios, y de haber acompañado el tenor posiblemente habría habido alguno más durante el primer acto. La puesta en escena me parece de lo mejor que ha pasado por Les Arts.

Mimenor dijo...

Sin duda Titus!! También lo intentaré mañana o el domingo.

Amparo dijo...

Gracias por tu crónica porque refuerzo la mía. No es ni mi ópera ni mi compositor favorito, pero la delicadeza de lo que estaba viendo, imágenes, colores... junto a la contención de la batuta de Maazel y sus músicos, la bella voz de Cio-cio-san y el lirismo de un coro lejano me hicieron creer la historia que me estaban contando a través de todos mis sentidos.
Lástima de Pinkerton. Aún así, abucheos no, por favor. La tensión que mostraba en su cuerpo y el engolamiento de la voz nos comunicó que no estaba disfrutando. No hacía falta añadir nada a su autocrítica. Con no aplaudir, bastaba.

Tosca dijo...

Estupenda crónica de una función que os envidio de veras. Yo si soy Butterflyadicta y, por lo que veo y leo, sé que me hubiera encantado.(que envidia me dais con Maazel!!!)

Totalmente de acuerdo con lo de los abucheos. Y es que no hay que pasarse, hombre!! Si señor, hubiera bastado con no aplaudir!

maac dijo...

Me parece a mí que os faltan unas sesiones de Scotto, o quizás yo llegue a ser demasiado exigente en determinados papeles -caso W(N)ilson, por ejemplo-, tendré que hacérmelo mirar, o el día que yo la vi no fue su mejor día.

Titus dijo...

Amparo, bienvenida al blog. Me alegro de que te gustase tanto como a mí esta Butterfly.

Tosca, con esta Butterfly habrías disfrutado de lo lindo. Si todas fuesen como esta, yo también sería adicto.

Hombre Maac, si ponemos el listón a la altura de la Scotto es normal que Oksana Dyka no te convenza. Vamos, ni ella ni nadie.

Amparo dijo...

Maac, si tuvieras una actitud más positiva, disfrutarías de lo que tienes delante. Oksana hizo muy bien su papel, no hace falta compararla con las grandes de la historia.
Titus, tu blog, como el de tus compas, los visito habitualmente. Me estimulan y dan pie en muchos casos a recordar o ampliar vuestra información.

GLÒRIA dijo...

Titus,çEm fas desitjar veure aquesta Butterfly tal i com tu, tan magistralment, ens la descrius. No és tampoc la meva òpera però anys endarrere el seu "Bel dí" em va fer fixar en la bellesa del cant operístic. Fa tres anys vaig veure al Liceu una bona versió amb la Cedolins. Ara, de mil amors, veuria la que tu ens expliques.
Gràcies i BON ANY!!!

Titus dijo...

Glòria, tant de bó pugueres veure aquesta Butterfly. La part musical és estupenda, la protagonista també i l'escena fa que fins i tots els més reacis a aquesta obra acabem rendint-nos.

Bon any per tu també!

Joel dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=p7IdwactHO4
me fascinó el tenor

Titus dijo...

Bienvenido Joel. Cada uno se fascina como quiere, eso está claro y lo respeto, pero desde luego para colgar en youtube semejante despropósito canoro hay que tener más moral que el Alcoyano.

Anónimo dijo...

Queridos amigos de quienes aprendo tanto. Yo estuve el dia del estreno y reconozco que fui de los abucheadores del tenor ucraniano. Ëste no era sustituto de nadie y la verdad es que fue flojísimo y en multitud de ocasiones (dentro de su papel breve de Pinkerton) estaba totalmente ausente e inaudible. La verdad es que fueron mis primeros abucheos en el Palau y tuve que sufrir miradas airadas de alguna señora tonta e ignorante de las que me toca sufrir en mi abono de estrenos. Aun asi no me arrepiento porque creo que el plazo de gracia ya ha pasado y tenemos que empezar a poner nuestro coliseo en su sitio adecuado y justo. Si nos lo tragamos todo nos acabará pasando como en los toros donde a Valencia nos traen los desechos que nadie quiere. Un abrazo y espero seguuir disfrutando de vuestros comentarios.

Titus dijo...

Efectivamente, el tenor ucraniano Misha Didyk no era sustituto de nadie y por tanto su actuación debe someterse al juicio del público sin ningún tipo de atenuantes, no así la de Thiago Arancam que apareció a última hora para salvar la función. Aunque haya quien no esté a favor de los abucheos, es innegable que forman parte de la ópera y que muchas veces no hacen sino demostrar que el público tiene capacidad analítica y no está dispuesto a tragarse lo que les echen. El problema de los abucheoes llega cuando se abusa de ellos, como pasó con Arancam, porque entonces pierden su razón de ser. En cualquier caso, cuando se nos toma el pelo, como al parecer ocurrió con Didyk, el abucheo me parece lícito e incluso deseable para mantener el nivel de calidad alto, así que aplaudo tu decisión.

Muchas gracias por el comentario, puedes comentar siempre que quieras, mejor si es con un nick.