sábado, 25 de octubre de 2008

Parsifal y Sigfrido, las dos caras del héroe


Seguimos con los paralelismos entre Parsifal y otras obras de Richard Wagner que ya comentamos en la entrada anterior. Esta vez nos centraremos en el protagonista, Parsifal, a quien Andras Batta compara con el joven Sigfrido, si bien uno es un héroe místico que acaba redimiendo al resto de personajes y el otro es un héroe trágico cuya muerte es la antesala del fin del mundo. Ambos han crecido en el bosque, aislados de la sociedad, aunque los motivos por los que esto ha sido así son radicalmente opuestos. Mientras que Sigfrido está destinado a grandes hazañas, Parsifal fue alejado de un mundo belicoso por su madre, Herzeleida, quien quería evitar que fuese a la guerra como había hecho Gamuret, su esposo y padre del niño. Ambos jóvenes sienten de forma natural la propensión hacia la aventura, y aquí podemos establecer una serie de paralelismos. Ambos hacen su entrada en sus respectivas óperas como cazadores, Sigfrido montado a lomos de un oso que acaba de capturar y Parsifal abatiendo a un cisne que sobrevolaba el lago vecino a Montsalvat. Tanto Sigfrido como Parsifal fabrican sus propias armas, la espada en el caso del primero y el arco en el caso del segundo, si bien aquí es donde se produce la principal diferencia entre ambos, pues para Sigfrido la forja de la espada es el inicio de su gloria pero también de su perdición, mientras que para Parsifal no es la creación del arco sino su destrucción tras escuchar los reproches de Gurnemanz la que inicia su transformación en héroe místico. Otro paralelismo entre ambos es que su historia cambia a partir de un beso (con Brunhilda y Kundry respectivamente), aunque el significado de ese beso también muestra la divergencia entre ambos personajes, pues Sigfrido se deja llevar por la pasión mientras que Parsifal rechaza la tentación y elige el camino de la pureza que le permite recuperar la lanza robada por Klingsor. Además del beso, en ambos casos los héroes reciben información sobre su origen, sobre la historia de sus padres, por lo que podemos decir que sólo después del beso los héroes están completos y que, por tanto, el beso marca la separación entre la juventud y la madurez.

Ciñéndonos a lo estrictamente musical, podemos comparar los motivos de Parsifal y de Sigfrido. En la entrada de Parsifal tras haber disparado al cisne, las trompas interpretan el motivo de Parsifal. Copio desde Archivo Richard Wagner la descripción de Hans von Wolzogen:

Los escuderos repiten dulcemente en cuarteto las admirables palabras de la frase de promesa, pero antes de que lleguen al final, un sonido sibilante como el de un dardo en su vuelo corta la música. Es el principio del motivo de Parsifal. Prodúcese entonces la emoción más viva. El motivo del Cisne, de Lohengrin, semejante á un rozar de alas trémulas de espanto, lanza de cerca y de lejos confusos gritos de terror. En el preciso instante en que la confusión llega á su colmo, aparece Parsifal con su júbilo ó grito. “Verdaderamente he herido á lo que vuela, sobre el ala.” Y su motivo original se desenvuelve por la primera vez, completo, henchido de heroico júbilo.

Escuchemos ahora la entrada de Parsifal (Levine, Bayreuth 1985):



Podemos compararla con el motivo de Sigfrido sonando en la trompa como en el segundo acto:


Vídeo de khayes667

También podemos compararla con la entrada de Sigfrido a lomos del oso en el primer acto (Böhm, Bayreuth 1971):



Como apuntaba Wolzogen, en la entrada de Parsifal aparece un motivo traído directamente desde Lohengrin, el motivo del cisne, consistente en dos acordes, La mayor y Fa bemol. Escuchemos Nun sei bedankt, mein lieber Schwann!, de Lohengrin (Sawallisch, Bayreuth 1962), donde podremos escuchar esos acordes en la orquesta. El motivo del cisne esta emparentado con el del Grial, otro nexo entre ambas obras.



7 comentarios:

maac dijo...

Wagner se fue y se dejó una cosa colgando -entre las piernas de Parsifal, claro está- ¿Qué pasa con la madre de Lohengrin?

Titus dijo...

A lo mejor durante los años de peregrinaje tuvo un desliz, una mala tarde la puede tener cualquiera.

Titus dijo...

Y ahora que lo pienso, ¿no es Amfortas hijo de Titurel también? ¿Cómo pudo ser eso? ¿Tendrán hijos por generación espontánea los caballeros del Grial?

Kenderina dijo...

Que poca imaginación teneis para ser wagnerianos !!! Si es fantastico..es fantastico, no se hacen esas preguntas ;) Si no..seria verismo , jajajaja.

Anónimo dijo...

Jajaja, kenderina tiene razón.

Muy interesante comparación Siegfried/Parsifal, Titus. Los paralelismos entre los dos héroes son más que evidentes, como decía maac hace poco en su blog, uno es primo del otro, y tú los has desgranado muy bien.

pfp dijo...

Titus, me encantó el Parsifal , a pesar de una fuerte gripe Valenciana,que parece ataca sin consideración y el consecuente coro de toses.
La puesta en escena y decorados me gustó muchísimo, es un "cap i cua", genial, con un toque (como dice maac ni barco ni avión),"2001 odisea en el espacio" para mi de grán belleza. El 2º acto, SENSACIONAL Urmana y Ventris me llegaron al alma, orquesta y demás lo dejo para los especialistas, ah¡y el coro de mujeres también genial, para mi gusto superior al de los hombres.
Fué un gusto, un placer vamos... Te deseo lo mejor para el viernes próximo.

Titus dijo...

Me alegro mucho de que te gustase, hasta ahora no había leído ninguna crónica positiva en todos los aspectos. Parece ser que la puesta en escena no es del gusto de la mayoría de críticos, aunque en lo musical sí que están bastante complacidos.