La última de las analogías entre personajes de Parsifal y la obra anterior de Wagner que apuntaba Andras Batta en su libro Ópera es la de Klingsor y Hagen. Uno y otro son los malvados de sus respectivas óperas. Ambos utilizan el engaño para acabar con los héroes y tanto uno como otro se valen de un personaje femenino, Gutrune y Kundry, para seducir a sus oponentes, si bien con distinta suerte. Mientras que Hagen consigue matar a Sigfrido, atravesándolo con su lanza, Klingsor falla y su reino de engaño se derrumba al final del segundo acto.
Hagen, hijo del malvado Alberich, lleva el mal en su interior desde su nacimiento. Klingsor, en cambio, se transformó en malvado al errar siguiendo el camino del bien. Incapaz de alcanzar la pureza y la castidad requerida a los caballeros del Grial, Klingsor se castró, pero Titurel rechazó sus métodos y lo expulsó. Klingsor hizo de la venganza su principal objetivo y valiéndose de su magia negra, robó la lanza, una de las reliquias de los caballeros, hiriendo con ella a Amfortas y condenando así a la Orden del Grial a la decadencia. Sólo Parsifal es lo suficientemente puro para vencer los engaños de Klingsor y recuperar la lanza.
La principal diferencia entre el final optimista de Parsifal y el pesimista del Anillo reside en el hecho de que Klingsor muere y con él desaparece toda su influencia negativa, mientras que Hagen, a pesar de morir, deja una huella tan profunda que el mundo ya nunca vuelve a ser el mismo.
Escuchemos el inicio del II acto de Parsifal, única aparición de Klingsor en la ópera a excepción de los tres versos que canta antes de morir, en la versión de estudio que grabó Rafael Kubelik en 1980. Franz Mazura es Klingsor e Yvonne Minton es Kundry.
Y ahora escuchemos la vigilia de Hagen en la voz de Eric Halfvarson.
Vídeo de Leuenzahn
En el artículo que le dediqué hace poco a Matti Salminen podemos escuchar su magistral interpretación de este mismo fragmento.
La analogía entre Amfortas y Tristán es posiblemente la más evidente entre todas las que apunta Andras Batta, y también la única que fue señalada abiertamente por el propio Richard Wagner. Como ya apuntaba Zerlina en un comentario, Wagner pensó en un primer momento en mezclar las historias de Parsifal y Tristán, haciendo que el casto puro visitase a Tristán en sus años de peregrinaje tras obtener la lanza de Klingsor, sanando su herida como posteriormente iba a hacer con la de Amfortas. En 1859, cuando compuso el tercer acto de Tristán e Isolda, Wagner escribió:
La herida recibida y de la cual no podía morir Tristán , es idéntica [...] a la de Amfortas en la "novela del Grial". [...] Bien mirado, Amfortas es el centro y el objeto principal. [...] Él es mi Tristán del tercer acto. [...] Con la herida de lanza y también otra, en el corazón, el pobre no siente en medio de sus terribles dolores ningún otro anhelo que no sea el de la muerte.
Tanto Tristán como Amfortas son héroes caídos por la fuerza de un amor mágico al que no han podido resistir. Sus heridas abiertas representan el constante anhelo que no puede ser saciado. Finalmente, sólo Amfortas obtuvo la redención de manos de Parsifal, el único capaz de resisitir la tentación que le hizo sucumbir, empuñando la misma lanza que le causó la herida.
Escuchemos la última escena de Parsifal, desde la entrada de los caballeros del Grial, con un doliente Amfortas (Bernd Weikl) que se niega a oficiar la ceremonia y busca la liberación en la muerte y finalizando con su redención gracias a la intervención de Parsifal (Siegfried Jerusalem). Dirige Horst Stein.
Vídeos de heildirgunther
Podemos comparar el lamento y la redención de Amfortas con la muerte de Tristán, interpretado aquí por Ramón Vinay bajo la batuta de Leonard Bernstein.
Seguimos con los paralelismos entre Parsifal y otras obras de Richard Wagner que ya comentamos en la entrada anterior. Esta vez nos centraremos en el protagonista, Parsifal, a quien Andras Batta compara con el joven Sigfrido, si bien uno es un héroe místico que acaba redimiendo al resto de personajes y el otro es un héroe trágico cuya muerte es la antesala del fin del mundo. Ambos han crecido en el bosque, aislados de la sociedad, aunque los motivos por los que esto ha sido así son radicalmente opuestos. Mientras que Sigfrido está destinado a grandes hazañas, Parsifal fue alejado de un mundo belicoso por su madre, Herzeleida, quien quería evitar que fuese a la guerra como había hecho Gamuret, su esposo y padre del niño. Ambos jóvenes sienten de forma natural la propensión hacia la aventura, y aquí podemos establecer una serie de paralelismos. Ambos hacen su entrada en sus respectivas óperas como cazadores, Sigfrido montado a lomos de un oso que acaba de capturar y Parsifal abatiendo a un cisne que sobrevolaba el lago vecino a Montsalvat. Tanto Sigfrido como Parsifal fabrican sus propias armas, la espada en el caso del primero y el arco en el caso del segundo, si bien aquí es donde se produce la principal diferencia entre ambos, pues para Sigfrido la forja de la espada es el inicio de su gloria pero también de su perdición, mientras que para Parsifal no es la creación del arco sino su destrucción tras escuchar los reproches de Gurnemanz la que inicia su transformación en héroe místico. Otro paralelismo entre ambos es que su historia cambia a partir de un beso (con Brunhilda y Kundry respectivamente), aunque el significado de ese beso también muestra la divergencia entre ambos personajes, pues Sigfrido se deja llevar por la pasión mientras que Parsifal rechaza la tentación y elige el camino de la pureza que le permite recuperar la lanza robada por Klingsor. Además del beso, en ambos casos los héroes reciben información sobre su origen, sobre la historia de sus padres, por lo que podemos decir que sólo después del beso los héroes están completos y que, por tanto, el beso marca la separación entre la juventud y la madurez.
Ciñéndonos a lo estrictamente musical, podemos comparar los motivos de Parsifal y de Sigfrido. En la entrada de Parsifal tras haber disparado al cisne, las trompas interpretan el motivo de Parsifal. Copio desde Archivo Richard Wagner la descripción de Hans von Wolzogen:
Los escuderos repiten dulcemente en cuarteto las admirables palabras de la frase de promesa, pero antes de que lleguen al final, un sonido sibilante como el de un dardo en su vuelo corta la música. Es el principio del motivo de Parsifal.Prodúcese entonces la emoción más viva. El motivo del Cisne, de Lohengrin, semejante á un rozar de alas trémulas de espanto, lanza de cerca y de lejos confusos gritos de terror.En el preciso instante en que la confusión llega á su colmo, aparece Parsifal con su júbilo ó grito. “Verdaderamente he herido á lo que vuela, sobre el ala.” Y su motivo original se desenvuelve por la primera vez, completo, henchido de heroico júbilo.
Escuchemos ahora la entrada de Parsifal (Levine, Bayreuth 1985):
Podemos compararla con el motivo de Sigfrido sonando en la trompa como en el segundo acto:
Vídeo de khayes667
También podemos compararla con la entrada de Sigfrido a lomos del oso en el primer acto (Böhm, Bayreuth 1971):
Como apuntaba Wolzogen, en la entrada de Parsifal aparece un motivo traído directamente desde Lohengrin, el motivo del cisne, consistente en dos acordes, La mayor y Fa bemol. Escuchemos Nun sei bedankt, mein lieber Schwann!, de Lohengrin (Sawallisch, Bayreuth 1962), donde podremos escuchar esos acordes en la orquesta. El motivo del cisne esta emparentado con el del Grial, otro nexo entre ambas obras.
Anoche, tras reescuchar el Parsifal que se retransmitió este verano desde Bayreuth, estaba leyendo lo que se dice sobre esta obra en el libro Ópera, de András Batta y me topé con una idea que me pareció muy interesante y que paso a citar literalmente:
Después del final pesimista de El ocaso de los dioses, que desembocaba en una catástrofe para la humanidad, Wagner quiso representar en el escenario con un dramatismo igual de intenso la posibilidad de la redención. En este sentido, Parsifal fue una continuación y una conclusión de su obra [...] Parsifal es una visión optimista del Tristán y de El anillo del nibelungo. Los hilos que la unen con otros dramas musicales a veces son obvios y a veces quedan ocultos. Algunos motivos aislados, pero también la atmósfera en su conjunto, señalan hacia Lohengrin (mundo del Grial, el "motivo del cisne"), el tema del Grial y el tema del papa (de la "narración romana" de Tannhäuser) están también emparentados. Detrás de los protagonistas de Parsifal hay otros personajes: detrás deKundry, Venus; detrás de Parsifal, el joven Sigfrido; detrás de Klingsor, Hagen. Los conocedores de las obras de Wagner descubren en el beso de Kundry el beso con el que Sigfrido despierta a Brunilda de su sueño. Amfortas, sangrante y preso del dolor, nos recuerda al Tristán moribundo.
Otro paralelismo que apunta Batta en su libro es el de Kundry, castigada por haberse burlado de Cristo, con el judío errante y por tanto, con el holandés errante. Ambos personajes sufren un castigo eterno y buscan la liberación en la muerte, que sólo alcanzan a través de un proceso de redención.
Centrémonos para el ejemplo musical en este personaje, Kundry. Escucharemos el dúo Kundry-Parsifal en las voces de Violeta Urmana y Plácido Domingo, tal y como lo cantaron en el 2005 en el Liceu, bajo la dirección de S. Weigle.
Vídeos de alinde555
Y a continuación escucharemos a Tatiana Troyanos en el Met en 1983 como la Venus de Tannhäuser, con Richard Casilly en el papel titular. Dirige James Levine.
The Reverend Horton Heat es el nombre de un grupo de música psychobilly, es decir, rockabilly pasado de vueltas. Es también el nombre artístico de su cantante, guitarrista y compositor, cuyo nombre real es Jim Heath. Sólo tengo un disco suyo, un recopilatorio que compré hace años por casualidad y desde entonces he escuchado bastante, aunque nunca me ha dado ganas de preocuparme en encontrar más cosas de ellos. En dicho recopilatorio hay guitarreo al más puro estilo "melenas al viento", blues rural cargado de ironía, rock and roll heredado directamente de Chuck Berry y una balada, una sola, pero qué pedazo de balada. Aquí la tenéis, In your wildest dreams.
Vídeo de jhurley0311
Aquí podéis escuchar más canciones de The Reverend Horton Heat.
Ayer ví en televisión una cosa curiosa, algo que está al alcance de cualquiera pero que nunca me había planteado hacer. Tras emitir el lied Die Forelle (la trucha), de Franz Schubert, interpretado por una soprano más bien sosainas cuyo nombre no recuerdo, los de Unitel clásica programaron el quinteto homónimo del mismo autor, cuyo cuarto movimiento consiste en una serie de variaciones sobre el tema del lied. Ya digo, algo muy simple, una relación de ideas de lo más evidente, pero lo cierto es que nunca antes había escuchado el lied y el quinteto seguidos. Por si alguno de vosotros tampoco había pensado nunca en hacerlo, os dejo aquí dos vídeos para que lo probéis. Primero escucharemos al tenor británico Ian Bostridge cantando el lied con el acompañamiento pianístico de Julius Drake. A continuación, el cuarto movimiento del quinteto interpretado por Julian Rachlin y Mischa Maisky entre otros. En youtube podéis encontrar el quinteto completo.
Como estos días estamos de obras en casa, he vuelto a entrar en contacto con esos seres míticos, esas criaturas fantásticas, los obreros de la construcción. Y eso me ha traido a la memoria un episodio de la serie Búscate la vida (Get a life), de Chris Elliott, que tanto me hizo reir cuando la emitió Canal + a principios de los 90. Si no la conocéis, simplemente os diré que es una comedia de situación surrealista cuyo protagonista es un repartidor de periódicos de 30 años que vive con sus padres. Según leo en la wikipedia, el personaje principal, Chris Peterson, muere en once ocasiones a lo largo de la serie, lo que os servirá para haceros una idea de lo absurdo de su argumento. La música de la careta de la serie era la canción Stand, de R.E.M., tal y como la cantaban antes de triunfar con Losing my religion y volverse metafísicamente aburridos.
Aquí tenéis un extracto del último episodio de la serie en el que Chris, antes de morir por undécima vez, recuerda cuando los obreros de la construcción le enseñaron uno de sus grandes secretos: como ser grosero y desagradable con las mujeres.
Vídeo de danieltrujillovallec
A continuación, y por si alguien está interesado, el episodio completo de los obreros de la construcción dividido en dos partes. Que lo disfrutéis.
Hoy se estrena en el Met de Nueva York la ópera de John AdamsDoctor Atomic, cuyo tema es la fabricación de la primera bomba atómica. La producción corre a cargo de la directora de cine y teatro Penny Woolcock. Pero no es esta obra la que nos ocupa hoy, sino la primera colaboración entre Adams y Woolcock, la versión fílmica de la ópera The Death of Klinghoffer realizada en 2003.
Adams eligió como tema para esta ópera el secuestro del crucero italiano Achille Lauro por parte de un comando terrorista palestino en 1985. Los terroristas amenazaron con ejecutar a los pasajeros israelíes, americanos y británicos del barco si no se atendían sus reivindicaciones y de hecho llegaron a asesinar a uno de los pasajeros, un judío norteamericano llamado Leon Klinghoffer que estaba de vacaciones junto a su mujer. A pesar de ser una ópera, Adams se inspiró en las pasiones de J. S. Bach. Igual que en las obras del maestro alemán, los personajes tienen largos monólogos que son posteriormente comentados por el coro, siendo este estático y ajeno a la acción.
El estilo de Adams suele definirse como minimalista, si bien la simple escucha de su música hace patentes las diferencias entre esta y la de Philip Glass o Steve Reich. Podríamos decir que Adams usa la repitición sistemática como un recurso más dentro de un estilo que también deja la puerta abierta al cromatismo, a los sonidos electrónicos y a la música pop, formando siempre un conjunto muy accesible y de fácil escucha. Es quizá ése también su principal problema, coge un poco de cada estilo sin decantarse por ninguno y el resultado es comprensible para todos pero no llega a la genialidad en ningún aspecto. O al menos eso es lo que aprecio yo de sus obras, para gustos, colores. A juzgar por el éxito de sus obras, debe haber mucha gente que tendrá opiniones más positivas.
The Death of Klinghoffer se estrenó en el teatro de La Monnaie de Bruselas en 1991 con un libreto de Alice Goodman y una producción de Peter Sellars, colaborador habitual de Adams. El estreno, en plena guerra del golfo (la primera, la de Bush padre) fue muy polémico, pues se acusó al autor de mostrarse condescendiente hacia el terrorismo. Es cierto que Adams trata en todo momento de permanecer objetivo, dando en todo momento el mismo protagonismo a los secuestradores que a las víctimas, aunque la objetividad, como todos sabemos, no deja de ser un ideal. La obra empieza con un coro de exiliados palestinos que lamentan la ocupación de sus casas por parte de los israelíes, al que sigue un coro de exiliados israelíes que lamentan su persecución por parte de los nazis en Europa. Este esquema se repetirá a lo largo de la obra, cada intervención de un secuestrador será seguida por la de uno de los secuestrados. Veamos ahora los vídeos de los dos coros arriba mencionados.
Vídeos de dbryandolman
Más que a la igualdad de tiempo dedicada a secuestradores y secuestrados, creo que lo que enojó a quienes protestaron el estreno de la obra, sobre todo cuando se llevó a San Francisco, fue la presentación de los secuestradores como seres humanos que actúan de tal forma por diversos motivos, como se entiende de sus monólogos, y no como fanáticos que asesinan sin más. Y, sin querer entrar en detalles sobre lo adecuado o no de esta visión, sí es cierto que aquí Adams cometió un error, pues presenta a los terroristas como integristas islámicos cuando en realidad el grupo que organizó el secuestro del Achille Lauro era una facción laica del Frente para la Liberación de Palestina, un caótico entramado de organizaciones diversas que ni siquiera reivindicó el secuestro.
El boicot y los piquetes de la Jewish League of Information causaron la cancelación de las representaciones de la obra en los Estados Unidos. Su reposición en ese país, sobre todo después del clima causado por los atentados del 11-S, parece inviable. Sin embargo, el público de todo el mundo puede conocer la obra gracias a la versión fílmica realizada por Penny Woolcock en 2003 y comercializada en DVD por Decca. A esta versión, ligeramente mutilada respecto al original, pertenecen los vídeos que hemos visto. Dadas las pocas posibilidades de ver la obra en el teatro que tendremos, es una gran ocasión para conocerla. Es más, sin haber visto ninguna representación de la obra creo que no es ninguna barbaridad pensar que el formato cinematográfico se adapta mejor a una obra que tiene más de pasión o de oratorio que de ópera, ya que el esquema basado en monólogos y coros puede pecar de estatismo si no va acompañado de imágenes que muchas veces representan flashbacks o momentos de belleza casi onírica, como la escena en la que el cadaver de Klinghoffer flota en el mar.
Os dejo con dos de los mejores momentos de la obra. Primero veremos la segunda intervención de Marilyn Klinghoffer, a cargo de la contralto Yvonne Howard. Una vez el secuestro ha terminado, el capitán informa a Marilyn de la muerte de su marido y ésta le recrimina haberse mostrado amistoso con los secuestradores.
Vídeo de dbryandolman
Y por último el que quizá sea el pasaje más famoso, el coro nocturno que cierra el primer acto. El vídeo no pertenece a la película.
En este caso se trata del barítono Roman Burdenko, reciente ganador del II Cocurso Internacional Galina Vishnevskaya para cantantes de ópera y de la soprano Anastasia Privoznova, tercera clasificada en el concurso y ganadora en la categoría de mejor interpretación de un aria rusa gracias a su escena y aria de Mafa de La novia del zar (Rimski-Kórsakov).
Escucharemos a Roman Burdenko cantando la balada de Tomski del tercer acto de La dama de Picas (Chaikovski) y el prólogo de Pagliacci (Leoncavallo).
Vídeo de orfnos
Vídeo de nadinekoutcher
Pasemos a escuchar a Anastasia Privoznova cantando el aria de Miacaela Je dis que rien ne m'épouvante, de Carmen (Bizet).
Excepcionalment, i sense deixar la música del tot de banda, hui tocarem un tema amb caires polítics, tot i saber que estic corrent el perill de que algun ultra acabe entrant, ves a saber com, i reventant-me el blog. Espere que això no passe.
Hui és nou d'octubre, el dia de la Comunitat Valenciana. O del País Valencià? O del Regne de València? Les tres formes estan admesses i es poden utilitzar, però jo em guardaria molt d'utilitzar l'última. Ja que en la tria un deixa al descobert la seua opció política, de l'última no en vull ni sentir parlar.
I l'himne? Quin és el nostre himne? Pels nacionalistes, l'himne és la Moixeranga d'Algemesí, una peça tradicional que s'interpreta amb els instruments típics, dolçaina i tabalet. Val la pena sentir-lo, és una melodia realment bonica. El problema és que els nacionalistes ací poden fer les reunions en un Seat 600 i encara quedaria un seient lliure. L'únic himne admés com a oficial és el del mestre Serrano, el que comença dient "Per ofrenar noves glòries a Espanya", que dius, si ja comencem ofrenant glòries a Espanya, malament acabarem. I sí, malament hem acabat. El problema d'aquest himne, amb una majestuosa i efectiva melodia "zarzuelera" ha sigut l'apropiació que d'ell han fet sectors de la ultra-dreta valencianista "blavera". De fet m'ha sigut quasi impossible trobar una versió al youtube que no incloguera missatges anti-catalans, reivindicacions de les absurdes teories lingüístiques que diuen que el valencià és un idioma diferent del català i que ja es parlava abans de l'arribada de Jaume I (trist, però real) o la frase "Vixca Valencia!", amb una lletra X que crema la vista.
I quina és la nostra bandera? Oficialment, la de la ciutat de València, la quatribarrada amb la franja blava. Els nacionalistes mai l'han acceptada, i encara que ja he dit que són quatre mal comptats, sí és cert que és prou comú, al menys fora de la província de València, trobar falta d'identificació amb aquest símbol. La senyera de Jaume I, com encara es pot veure, era la quatribarrada de la Corona d'Aragó, la que hui és la bandera de Catalunya. Un invent que he vist al video de la moixeranga que vos penjaré a continuació és la quatribarrada sense blau i amb l'escut de la Comunitat (o País, o Regne, el que vullgueu) al mig. No és mala idea, no.
Total, que hui celebrem la nostra festa i cadascú celebrarà la festa d'un lloc diferent, o al menys amb un nom diferent, amb un himne diferent i amb una bandera diferent. La terra ideal per tindre una crisi d'identitat. Això sí, tenim un circuit de Fòrmula 1, tu! I classes d'educació per la ciutadania en anglès! Shit, little parrot!
MOIXERANGA D'ALGEMESÍ
HIMNE OFICIAL DE LA COMUNITAT VALENCIANA (Música de Serrano; lletra de Thous) Interpretat per l'inefable Francisco.
De la misma forma que hace poco escuchamos una serie de transcripciones de obras para otros instrumentos, ahora, e igualmente de forma desordenada y sin otra pretensión que pasar un buen rato, vamos a escuchar las interpretaciones que varios compositores famosos hicieron de sus propias obras. Empezamos con uno de mis compositores favoritos, Sergei Prokófiev, interpretando su Suggestion Diabolique al piano en una grabación de 1935:
Vídeo de theoshow2
Pasamos a otro pianista, Edvard H. Grieg tocando en 1906 una de sus piezas líricas, Mariposa (op.43 nº1):
Vídeo de theoshow2
Antes de la era del fonógrafo existía la posibilidad de grabar las interpretaciones pianísticas en rollos de paple perforado para pianola. No es lo mismo, pero menos da una piedra. Escuchemos como suena la Pavane (op.50) de Gabriel Fauré en la versión para pianola que el mismo grabó. Sorprende el ritmo acelerado de la misma, en comparación con las interpretaciones actuales.
Vídeo de theoshow2
Otro rollo (perforado, quiero decir) que podemos escuchar es el de Claude Debussy en 1913 interpretando Golliwogg's Cakewalk de su colección Children's Corner:
Vídeo de theoshow2
Volvemos a las grabaciones fonográficas. Alexander Scriabin interpreta en 1910 su Etude op.8 nº12:
Vídeo de louiu
Sergéi Rajmáninov grabó muchas de sus obras con el sistema Ampico, una versión mejorada de los rollos de papel perforado que permitía grabar también las dinámicas. También dejó un buen número de grabaciones fonográficas interpretando sus obras así como las de Liszt o Chopin entre otros. Escuchemos el primer movimiento de su Concierto para piano nº2 en una grabación de 1929 junto con la Philarmonia Orchestra dirigida por Leopold Stokowski.
Vídeo de kspm01
Otro gran maestro ruso, Dmitri Shostakovich, no sólo nos dejó grabaciones de sus piezas, sino incluso un vídeo en el que se le ve interpretando el final de su Concierto para piano nº1 (op.35) en 1934
Vídeo de a1s2d3f4g5q1w2e3
Y para acabar, ya que ha quedado todo demasiado pianístico, cambiamos de instrumento con el violinista virtuoso Pablo de Sarasate (a quien ya escuchamos en Zigeunerweisen) interpretando su Caprice jota en una grabación de 1904:
Si había un atractivo en el próximo Parsifal de les Arts era disfrutar de las dos Kundrys que se iban a alternar en las funciones, Violeta Urmana y Katarina Dalayman. Ambas son excelentes intérpretes de tal papel, como han demostrado sobradamente. Dado que Urmana volverá a les Arts para Iphigénie en Tauride de Gluck, esta iba a ser una oportunidad única para poder escuchar a Dalayman, así que me alegré mucho cuando ví que la función que entraba en mi turno de abono tendría a la sueca como Kundry. Pero al final, mi gozo en un pozo. En el mismo pozo donde acabaron el Calaf y el Don Carlo de Giordani, la Butterfly de Gallardo-Domas, el Fafner de Salminen y otros más. Katarina Dalayman no vendrá a Valencia, siendo sustituida por Violeta Urmana en todas las funciones excepto en una, la de mi abono, en la que la sustituta será Judith Németh, cantante en plantilla de la Ópera Nacional de Budapest que ha cantado en Bayreuth y que a mí, en principio, no me compensa la pérdida. Escuchemos a Katarina Dalayman como Sieglinde junto al Siegmund de Jorma Silvasti, dirigidos por Antonio Pappano. Espero que os guste, esto va a ser lo más cerca que la tengamos este año.
Ojeando hoy el periódico en el trabajo veo un titular que me llama la atención y que dice, si no recuerdo mal, que Cecilia Bartoli será el mayor atractivo de la temporada de ópera que se inaugura este fin de semana en Castellón. Inmediatamente, leo el artículo para ver qué es lo que ha confundido a su autor, haciéndole creer que vamos a contar con la visita de la mezzo, pero no, nada le ha confundido, lo que anuncia es cierto, Cecilia Bartoli cantará en Castellón el próximo 20 de abril. Con los ojos como platos, y encima con la frustración de no poder anunciar a bombo y platillo la noticia en ese momento porque seguramente a nadie allí le interesa, no puedo más que alegrarme inmensamente, pero en silencio. Aunque conviene no echar las campanas al vuelo. ¿Podré conseguir entradas? La experiencia me dice que lo tengo difícil, si se agotaron en segundos las entradas para ver a Montserrat Caballé hace un par de años, si apenas salieron a la venta entradas cuando vino Joaquín Sabina (no es que yo estuviese interesado, ni mucho menos, sólo constato que tal cosa pasó), si cuando vino Rostropovich a Castellón apenas permitieron que nadie ajeno a los círculos de poder pudiese acercarse, ¿quién puede decir que habrá oportunidades reales de asistir al recital de la Bartoli? Sólamente espero que a los que pueden copar las entradas (iba a decir la venta de entradas, pero estoy hablando de gente que no sabe lo que es comprar una entrada, pagando , se entiende) no conozcan a la mezzo romana o no estén interesados en ella. Por muy mediática que sea, sigue siendo conocida sólo por los aficionados al canto, para quien va sólo por figurar sigue siendo mejor decir "he lucido mis joyas y mis pieles en un concierto de la Caballé" que " he lucido mis joyas y mis pieles en un concierto de la Bartoli", por mucho que una esté ya en declive desde hace años y la otra esté en pleno uso de sus capacidades canoras. Tengamos pues esperanza.
La temporada de ópera de Castellón también incluye representaciones de Don Pasquale, Bohemios, Európera 1 y 2 de John Cage (toma ya), una producción propia llamada Fortuny Venise con libreto de Lluís Meseguer (tengo miedito), la obra para niños Hola Cenerentola!, La del manojo de rosas, Madame Butterfly y una parte (a saber cuál) de La flauta mágica. Siento curiosidad por lo de Cage, aunque de sentir curiosidad a hacer acto de presencia va un trecho, veremos a ver. Las demás la verdad es que no me llaman la atención.
Os dejo un enlace al artículo del Levante en el que se anuncia la temporada AQUÍ.
Y para ir abriendo boca, un vídeo de Cecilia Bartoli cantando La Sonnambula de Bellini en plan María Malibrán.