Tal día como hoy, un dos de enero de 1888, nació en Lecce, en el sur de Italia, Raffaele Attilio Amedeo Schipa, quien pasaría a la historia de la ópera con el nombre de Tito Schipa. Tito, o mejor dicho, titu, que en dialecto local significa "pequeño", era realmente su apodo desde los 12 años.
La voz de Tito Schipa era en principio poco adecuada para el canto, sin graves sonoros, incapaz de alcanzar agudos por encima del la (aunque de joven alcanzaba, no sin problemas, el si natural), incapaz de realizar las florituras que otros tenores ligeros o "di grazia" cantaban sin problemas. Sin embargo, su innata inteligencia canora le sirvió para sacar el máximo provecho de sus cualidades naturales, más de lo que ningún otro cantante haya conseguido jamás, o al menos desde que existen grabaciones. Fue en el impecable fraseo, en la línea de canto, en la capacidad para dotar al discurso musical de una gama de colores y dinámicas, siempre desde una gran musicalidad y elegancia, donde Schipa jugó su baza, consiguiendo colocarse como un ejemplo del buen canto por delante de tenores mucho más dotados. Bidu Sayao dijo que Schipa “cinceló las frases como un orfebre.” Hay quien dice que Schipa no cantaba, sino que declamaba de tal forma que hipnotizaba a su audiencia. Quizá haya algo de verdad en ello, pues en España, donde triunfó como cantante de música popular, se le conoció como "el encantador".
Precisamente por esa naturaleza tan peculiar de su canto, su estilo nos parece hoy en día mucho más moderno que el de coetáneos suyos como Caruso, quien llegó a ver a Schipa en directo en Nueva York, o Gigli. Y es que de la herencia de Schipa salen nombres como Di Stefano, Bergonzi, Pavarotti o quien se puede considerar su más fiel sucesor en el siglo XX, Alfredo Kraus. Un recomendable artículo de Rodolfo Pérez que podéis encontrar AQUÍ habla de un período de tiempo entre la muerte de Caruso en 1921 y la II Guerra Mundial en el que el referente en el mundo del canto es la delicadeza y la pureza en la línea de canto de Schipa, hasta que tenores como Mario del Monaco, Corelli o Domingo vuelven a poner de moda el estilo vociferante de Caruso.
Además de su faceta como cantante de ópera, Tito Schipa también fue una estrella de cine, como muchos otros cantantes de la época y destacó cantando y componiendo piezas de muchos otros estilos, algunas veces en español. Vamos a ver un fragmento de su película Vivere (1936) en el que canta Tu che a Dio spiegasti l'ali, de Lucia di Lammermoor (Donizetti):
Vídeo de TheGreatPerformers
Y ahora escucharemos un tango, Dímelo al oído, que grabó en Buenos Aires en 1934.
Vídeo de vivalamusicavieja
Como tenor cantó papeles para ligero y para lírico, desde el Almaviva del Barbiere hasta el Mario Cavaradossi de Tosca , muchas veces transportando las partituras para acomodarlas a sus medios vocales. Fue muy cuidadoso con la elección de su repertorio, como luego lo sería Kraus, lo que le permitió tener una carrera longeva. Sus principales creaciones fueron el Nemorino de L'elisir d'amore de Donizetti y el Werther de Massenet. Vamos a escucharle cantando Una furtiva lagrima, de la primera de estas dos óperas.
Vídeo de Onegin65
Y ahora escucharemos un fragmento de su Werther (en italiano), O natura di grazia piena.
Vídeo de kraustrujillo
Acabaremos con una curiosidad dedicada a los amigos de la sección levantisca: el pasodoble Valencia.
Vídeo de regallo8765
7 comentarios:
No sé si tienes, Titus, esta información que he encontrado en otro blog que leo habitualmente, y que, curiosamente, también acaba de dedicar un post a Schipa (LEER BLOG METIENDO BULLA).
Yo no conocía casi nada de Schipa, y entre uno y otro post, estoy disfrutando mucho, gracias!
Pues no lo conocía, muchas gracias por la información. Schipa es un must operístico, conocerlo es amarlo, así que a disfrutar del buen canto. Te recomiendo que escuches su versión de Chi se ne scorda 'cchiu, donde retiene la voz de forma magistral, un efecto que no le he escuchado nunca a ningún otro cantante. Aquí la tienes, primero con acompañamiento musical y luego con su voz sólo, donde se puede apreciar mejor este efecto:
http://www.youtube.com/watch?v=RURoaHJxQsQ
Schipa no parecía tener una gran tesitura ni tampoco, según he aprendido esta noche, una gran facilidad para la coloratura (JDF va sobrado de ambas). Siendo cantantes más o menos comparables digamos que sobre el papel JDF gana por goleada en facultades. Ahora bien, cuando escucho a JDF pienso que técnicamente es perfecto pero en realidad no siento gran cosa, sin embargo cuando escucho a Schipa no pienso nada pero mi sentimiento es magnífico, inmejorable, Schipa siempre me deja impresionado. ¿Son realmente comparables? Me gustaría sentir lo mismo con JDF, pero...
Coinciden en parte de su repertorio: Almaviva, Nemorino, Ernesto de Don Pasquale... pero Schipa era más lírico y amplió la lista hasta llegar a Cavaradossi o Rodolfo de La Bohéme, algo que dudo que JDF haga algún día, pues Kraus, una voz más robusta, no lo hizo más que en contadas ocasiones. Hay que reconocer que en papeles como Almaviva destaca JDF por la adecuación a la partitura, pues Schipa se saltaba muchos de los adornos al ser incapaz de cantarlos. Sin embargo, en papeles con un canto más "spianato", Schipa sienta cátedra por esa musicalidad innata y esa naturalidad que comentaba en la entrada, sin menoscabar a JDF que también me parece un gran cantante, pero es que la comparación con Schipa es muy dura para cualquiera.
Que pasada de youtube, gracias, Titus ! Encima con una napolitana acelerada y alegrísima. La parte a capella es genial !
La voz de Schipa no me parece exactamente bella, pero esa expresividad, ese dominio de la comunicación, ese "llegar a dentro". Como dice Álvaro, no como otros técnicamente más perfectos.
Corro a bajarme más cosas de él, gracias por esto "Reyes" anticipados!
Bueno, Flórez posee una mayor extensión y una capacidad para hacer coloraturas fuera de serie, pero en comparación, Schipa sonando infinitamente acariciador nunca resulta amanerado como ocurre en Flórez con frecuencia, y que conste que a Flórez lo admiro mucho. Está claro que Schipa no pudo ahondar en el repertorio más ligero, por lo que se cantaba en aquellos años, parece que todos tenían que pasar por la piedra de Puccini, si no de qué iba a cantar Caravadossi, el repertorio era mucho más limitado. Para mí Schipa es el dios de las pequeñas cosas, no refiriéndome al tamaño de la voz, sino a la importancia que el detalle cobra en su canto. El dios del canto a flor de labios, de los matices expresivos que nacen del dominio absoluto de la regulación, de los acentos dulces y suavísimos. Qué pena que no tengamos un Elvino o un Nemorino completos.
Si si, eso es lo que quería decir yo pero mejor dicho. Me gusta mucho eso del dios de las pequeñas cosas, es el puro arte del bien decir. Su fraseo me recuerda un poco, salvando las distancias, a Piero di Palma, mi comprimario favorito. Especialmente en el Incredibile que hace en el A.Chenier con Pavarotti, Caballé y Nucci. (Incredibile, ma vero!)
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