jueves, 1 de octubre de 2009

Cuadros de una exposición (II): Segunda promenade e Il vecchio castello

PROMENADE

Tras el grotesco retrato del Gnomus, Músorgski recupera la melodía de la promenade y nos hace escuchar la primera de sus variaciones, que nos servirá de transición entre dos cuadros de ambientación dispar. El caracter de la pieza, delicado y reflexivo, nos prepara para el siguiente cuadro y por tanto la siguiente melodía, Il vecchio castello.



Ravel vuelve a dar el papel protagonista de la promenade a los vientos, acompañándolos con unas cuerdas etéreas que acaban la pieza difuminándose en el aire.



IL VECCHIO CASTELLO

Aunque en los Cuadros de una exposición Músorgski se interesa por Hartmann en su faceta de pintor, no debemos olvidar que su verdadera profesión era la de arquitecto. Por esta razón, algunos de sus cuadros representaban edificaciones antiguas, reales o imaginarias, ante las que solía dibujar figuras humanas para proporcionar una referencia de tamaño. La acuarela que Músorgski retrata en este número representaba un castillo medieval ante el cual un trovador cantaba sus poemas. Aunque el cuadro original se ha perdido, podemos ver esta representación de un edificio oriental para hacernos una idea aproximada del tipo de acuarela que sirvió de inspiración a Músorgski.


Tomando como base para el número la canción del trovador representado en el cuadro, Músorgski compone una melodía cantabile de caracter doliente, quizá debido a la pena que le produce recordar la pérdida de su amigo Hartmann al contemplar su obra. El bajo ostinato evoca al trovador tañendo las cuerdas de su laúd.



Ravel confía el protagonismo de la pieza al fagot y el saxofón, que se turnan en la melodía principal, la canción del trovador, mientras el acompañamiento inicial a cargo de los violonchelos y los contrabajos va creciendo y nuevos instrumentos se incorporan progresivamente.

7 comentarios:

maria teresa dijo...

Hablando de cuadros, y oyendo esta maravilla, és como si Musorgski hubiera pintado las telas y Ravel les hubiera puesto un marco que las engrandece y les da una apariencia y dimensión más brillante.
¿Seguiremos en la exposición?

Barbebleue dijo...

El castillo resulta más evocador, incluso irreal, con el colorido orquestal.

Joaquim dijo...

Me apunto a la orquesta Titus,l es fascinante.

Titus dijo...

Sí, sí, seguiremos con la tercera promenade y los dos cuadros que la siguen, Tuileries y Bydlo, en la próxima entrada. Gracias por pasear conmigo por la exposición.

Atticus dijo...

Hey... No os vayáis sin mí, que os sigo en el paseo.
Es que me había quedado embobado escuchando este fragmento con la genialidad de Musorgski y la explosión de brillantez orquestal de Ravel.

Assur dijo...

EEEEEEEEEiiii!!!... Ui, que lluny que sou, ja!!!

Nois, vaig molt enderrerit, i més hi aniré perquè amb aquesta segona "promenade" m'he quedat extasiat i em costa tirar endavant.

A veure si demà continuo, però segur-segur que, abans, tornaré a passar per aquí per escoltar de bell nou tant la versió original com l'orquestrada, tot i que he de dir (ho dic ara, eh?, demà potser diré el contrari) que l'original amb piano em fascina.

P.S. Titus: Avui ja he anat a buscar "El espejismo de Dios". M'he llegit el pròleg i t'he de donar les gràcies pel consell perquè el llibre té una magnífica pinta.

Una abraçada.

Titus dijo...

Home, m'alegre d'haver-te sigut d'ajuda. Jo me'l vaig acabar ahir i llevant de la traducció, que per moments dificulta la comprensió, és un llibre fenomenal, molt recomanable.