El título de este último movimiento se puede traducir como La puerta de los bogatyr (en la capital de Kiev). En la versión orquestada por Ravel se titula La Grande Porte de Kiev, perdiendo la alusión a los bogatyr. Pero ¿qué son los bogatyr? Copio la definición de la wikipedia:
Un bogatyr (en ruso: богаты'рь, del turco baghatur ) o vityaz (en ruso: витязь, guerrero valeroso) era un héroe guerrero medieval ruso, comparable con el caballero andante de Europa Occidental.
Existen muchos poemas épicos rusos (llamados bylinas) en los que se relatan las historias de estos héroes. En ellos, cada bogatyr es reconocible por un carácter particular: Alyosha Popovich por su ingenio, Dobrynya Nikitich por su valor, e Ilya Muromets, el más grande los bogatyr, por su fuerza física, espiritualidad y esmero por la protección de los desamparados.
Dobrynya Nikitich, Ilya Muromets y Alyosha Popovich, representados en Los Bogatyrs (1898) , pintura de Víktor Vasnetsov
El 4 de abril de 1866, el zar Alejandro II escapó por los pelos de un intento de asesinato en San Petersburgo (el primero de los muchos que iba a sufrir, hasta que finalmente uno de ellos tuvo éxito). Para celebrar el regicidio frustrado se levantaron numerosas iglesias y monumentos por toda Rusia. El mayor de estos monumentos iba a ser una puerta que se iba a levantar en la ciudad de Kiev, para cuyo diseño se convocó un concurso en el que participaron numerosos arquitectos. El vencedor fue el diseño de Viktor Hartmann que encabeza esta entrada, una puerta construida en estilo ruso antiguo con una cúpula en forma de casco recordando a los de los antiguos bogatyr (no hay más que ver el cuadro de Vasnetsov). Hartmann estaba muy orgulloso de este diseño, consideraba que era su mejor obra y se llevó una gran decepción cuando se decidió cancelar el proyecto.
Si ya dijimos en la entrada anterior que Baba Yaga era en cierto sentido una expansión de Gnomus, también podemos decir ahora que el tema principal del presente movimiento transporta el tema de la promenade a una mayor escala. El segundo tema, de aire solemne, está basado en un himno baptismal del canto religioso ortodoxo.
Músorgski vuelve a demostrar en este movimiento que era un genio a la hora de planificar el esqueleto de sus obras. Empezando por la estructura típica de un rondó (ABAB), cuando el oyente espera que aparezca una nueva A para cerrar el movimiento, Músorgski decide introducir un nuevo tema C, despues volver al A, de nuevo variar con un tema D y finalmente cerrar con el A. Introduciendo estas dos melodías de forma inesperada cuando parecía que el movimiento iba a concluir consigue crear en la audiencia un efecto de extensión, de grandeza, que realmente no se ajusta con una pieza tan corta (de cuatro a seis minutos, dependidendo de las versiones).
La estructura final es la siguiente:
1. A Tema principal (forte). Tempo: Maestoso
2. B Tema del himno baptismal (piano).
3. A Tema principal (forte). Escalas descendentes y ascendentes sugieren el sonido de las campanas.
4. B Tema del himno baptismal (piano).
5. C Interludio/Transición (forte). El tema de la promenade reaparece.
6. A Tema principal (fortissimo). Tempo: Meno mosso, sempre maestoso.
7. D Interludio/Transición (mezzo forte con crescendo).
8. A Tema principal (fortissimo) Tempo: Grave, Sempre allargando. El ritmo se va ralentizando hasta detenerse en la cadencia final.
Ravel introduce el primer tema con las maderas graves y los metales, a las que se suman las cuerdas y la percusión para añadir solemnidad en la reexposición. El tema del himno baptismal corre a cargo de clarinetes y fagots, desembocando en una nueva explosión orquestal. La segunda exposición del tema del himno baptismal nos lleva a una maravillosa atmósfera en la que vuelve a aparecer la promenade en medio de ligeros toques de campanas. A partir de ahí, toda una apoteosis del sonido orquestal con gran presencia de los metales y la percusión y cerrando con el sonido de las campanas que nos transporta a la Rusia imperial.
El cuadro de Hartmann es en realidad un diseño para una monumental puerta que se iba a construir en la ciudad de Kiev, aunque el proyecto nunca llegó a materializarse.
El 4 de abril de 1866, el zar Alejandro II escapó por los pelos de un intento de asesinato en San Petersburgo (el primero de los muchos que iba a sufrir, hasta que finalmente uno de ellos tuvo éxito). Para celebrar el regicidio frustrado se levantaron numerosas iglesias y monumentos por toda Rusia. El mayor de estos monumentos iba a ser una puerta que se iba a levantar en la ciudad de Kiev, para cuyo diseño se convocó un concurso en el que participaron numerosos arquitectos. El vencedor fue el diseño de Viktor Hartmann que encabeza esta entrada, una puerta construida en estilo ruso antiguo con una cúpula en forma de casco recordando a los de los antiguos bogatyr (no hay más que ver el cuadro de Vasnetsov). Hartmann estaba muy orgulloso de este diseño, consideraba que era su mejor obra y se llevó una gran decepción cuando se decidió cancelar el proyecto.
Si ya dijimos en la entrada anterior que Baba Yaga era en cierto sentido una expansión de Gnomus, también podemos decir ahora que el tema principal del presente movimiento transporta el tema de la promenade a una mayor escala. El segundo tema, de aire solemne, está basado en un himno baptismal del canto religioso ortodoxo.
Músorgski vuelve a demostrar en este movimiento que era un genio a la hora de planificar el esqueleto de sus obras. Empezando por la estructura típica de un rondó (ABAB), cuando el oyente espera que aparezca una nueva A para cerrar el movimiento, Músorgski decide introducir un nuevo tema C, despues volver al A, de nuevo variar con un tema D y finalmente cerrar con el A. Introduciendo estas dos melodías de forma inesperada cuando parecía que el movimiento iba a concluir consigue crear en la audiencia un efecto de extensión, de grandeza, que realmente no se ajusta con una pieza tan corta (de cuatro a seis minutos, dependidendo de las versiones).
La estructura final es la siguiente:
1. A Tema principal (forte). Tempo: Maestoso
2. B Tema del himno baptismal (piano).
3. A Tema principal (forte). Escalas descendentes y ascendentes sugieren el sonido de las campanas.
4. B Tema del himno baptismal (piano).
5. C Interludio/Transición (forte). El tema de la promenade reaparece.
6. A Tema principal (fortissimo). Tempo: Meno mosso, sempre maestoso.
7. D Interludio/Transición (mezzo forte con crescendo).
8. A Tema principal (fortissimo) Tempo: Grave, Sempre allargando. El ritmo se va ralentizando hasta detenerse en la cadencia final.
Ravel introduce el primer tema con las maderas graves y los metales, a las que se suman las cuerdas y la percusión para añadir solemnidad en la reexposición. El tema del himno baptismal corre a cargo de clarinetes y fagots, desembocando en una nueva explosión orquestal. La segunda exposición del tema del himno baptismal nos lleva a una maravillosa atmósfera en la que vuelve a aparecer la promenade en medio de ligeros toques de campanas. A partir de ahí, toda una apoteosis del sonido orquestal con gran presencia de los metales y la percusión y cerrando con el sonido de las campanas que nos transporta a la Rusia imperial.
Y ya hemos llegado al final. Muchas gracias a todos los que me habéis acompañado en este paseo, sin vosotros seguramente no habría llegado al final. Me alegro mucho de que os haya gustado la exposición tanto como a mí y espero que sigáis acompañándome en futuras excursiones.
7 comentarios:
Gràcies a tu! L'exposició musical m'ha agradat molt. Els quadrets de Hartmann, poc més que estampetes, no tant.
T'enllaço.
!!!!Todavía estoy sobrecogida por este broche final tan magnífico!!!!
Gracias a Músorgski por crearlo, a Ravel por recrearlo de manera tan excepcional y a tí, Imperator Titus, por traerlo hasta nosotros y hacernos dar cuenta del maravilloso don que tiene el hombre al poder crear música. Gracias!!
Monumental final que supera al piano, y que nos confirma, nuevamente, a la orquesta sinfónica como la más alta expresión de la cultura occidental...
Gracias por el paseo de doble vía. Aguardamos el siguiente.
Gracias, Imperator, por estas estupendas jornadas en las que, bajo su sabia dirección, hemos asistido a este paseo musical inolvidable.
Este final es un magnífico broche de oro donde la genialidad del compositor y la exhuberancia orquestal de Ravel brillan deslumbrantes.
Apúnteme ya para la próxima.
Me tomaré un tiempo para decidir qué será lo próximo, ya os avisaré cuando vuelva a la carga.
Titus, ya ves la última en terminar tú magnifico paseo, ¿sabes? pienso repetir yo solita, ahora ya se el trayecto. Me ha encantado todo, Hartmann, Musorgski, Ravel y desde luego tus estupendas explicaciones.
un abrazo y gracias
Gracias a ti por pasear conmigo.
Publicar un comentario