Empezamos el curso, que para los docentes es como empezar el año, y lo hacemos a lo grande. Pero a lo grande, grande de verdad, al menos en cuestión de voces. Nada más y nada menos que con la voz de Mario del Monaco, una de esas voces que te cargan las pilas para enfrentarte con ganas a todo lo que te queda por delante.
Durante este verano, en el que he publicado apenas un par de entradas (¿vacaciones? no: pereza) tuvimos la oportunidad de escuchar varias versiones del maravilloso dúo de la ópera Les Troyens de Berlioz. Y digo "tuvimos" porque creo que sólo lo hicimos maac y yo. Si no, diría "tuve".
El caso es que una de las versiones que escuchamos procedía de una grabación en directo en La Scala, en 1960, con Del Monaco como Eneas y Giulietta Simionato como Dido. La ópera está recortadísima y traducida al italiano, pero si queremos saber qué tal se desenvolvían estos dos monstruos de la ópera con la partitura de Berlioz, no tenemos otra opción. Y si, comentando el dúo, ya dije que Mario del Monaco hacía una creación del personaje sólo apta para fans, lo que vamos a escuchar ahora aún lo es más.
Inutiles regrets, el aria de Eneas (O rimpiantio mia van, en italiano) le viene que ni pintada a su voz en cuanto a tesitura, y en las partes más impetuosas da el pego, pero reconozcamos que el estilo ni lo huele. Ninguna novedad, Mario del Monaco era más bien de oler poco los estilos, con algunas (notabilísimas) excepciones. ¿Y sabéis qué? Que me da igual. Si queréis escuchar versiones coherentes, en estilo y cantadas impecablemente ahí están Guy Chauvet haciendo lo que puede con esa voz, Jon Vickers, tres cuartos de los mismo, Nicolai Gedda intentando hacernos creer que por sus venas corría sangre y no horchata... Y Georges Thill, del que no digo nada porque roza la perfección, si no cae de lleno en ella. Todos ellos lo hacen mejor que Mario del Monaco, y también otros tenores que me dejo en el tintero. Pero ninguno acaba con un si bemol tan brutal como él, y eso a algunos animales de bellota como el que suscribe nos carga la pilas. Y a juzgar por los aplausos, el teatro ese día estaba lleno de animales de bellota.
Pues eso, lo dicho, sólo apto para fans. Ya habrá tiempo más adelante para ponernos finos y escuchar interpretaciones delicadas, cantantes que penetran en la psicología de los personajes, matizados fraseos y cuidadas inflexiones. Hoy toca conectar con nuestro lado más cerril de tifoso de loggione. Y si alguien carece de este lado, vayan para él mis condolencias.
Vídeo de addiobelpassato
10 comentarios:
duro con ello, Titus, quita pereza y no nos olvides.
par de besos
Yo carezco de ese lado cerril, me temo. También carezco de ganas de volver a ver a los nenes en este preciso momento, ayyy.
Brutal. He cargado las pilas a toda la escalera
Me ha dejado sin palabras -mejor para él- hacer que Berlioz no parezca Berlioz debe tener también su mérito :-)
Pilar, intentaré seguir insistiendo con mis cosas. Gracias por estar ahí.
Fernando, ¿quieres decir que todo ese dominguismo tuyo viene de tu lado racional? Know what I mean?
Ánimo con los nenes!
José Luis, igual deberías bajar el volumen. O no, pregunta por tu escalera, igual hasta te están agradecidos.
Maac, te compadezco. Algún día escucharás esto y rugirás como un dinosaurio y descubrirás un nuevo universo de sensaciones primarias.
Jo, benvolgut amic, reconeixent que es carrega Berlioz, agafo el reclinatori.
No sé si cada carregada de piles suposarà una visita al otorrino, tot és possible, però disparat com un coet segur que surto.
Bon inici de curs.
jaja, me siento Duracell, no habrá adolescente que se me resista. Feliz curso, Titus.
Joaquim, crec que el gremi d'otorrinos d'Itàlia li va regalar un Rolls Royce a Mario del Monaco per tot el que havia fet per ells. Encara que potser m'ho estic inventant ara, toe és possible. Ma se non è vero, è ben trovato.
Kalamar, una dosis de Del Monaco antes de entrar al aula y que tiemblen los adolescentes.
Cualquier parecido con Les Troyens de Berlioz es pura coincidencia... pero... ¿qué cogno?... ES BRUTAL y le enciende el ánimo a cualquiera.
Mi lado tifoso ha vencido al purista afrancesado...
Un abrazo y buen curso
Hay ocasiones en las que el tifosismo no sólo está justificado, sino que es la única postura cristiana y decente, y esta es una de ellas, mio caro Atticus.
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